En diálogo con BerissoCiudad, el referente y gerente de la cooperativa Clínica Mosconi, Salvador Espósito, hizo mención a la dificultosa situación que atraviesan como institución a nivel fundamentalmente económico; mientras que a la inversa, puso de relieve los lazos, esfuerzos y compromisos humanos que se fortalecen.
La charla se inició desde los aspectos solidarios que hacen a la clínica: la absorción de los costos de la atención de adultos mayores, pediatría y otras acciones como la toma de glucemia, temperatura, nebulizaciones gratuitas y demás.
“Hoy pediatría es casi un servicio social, gracias al doctor Martínez atendemos casi a 120 pacientes por día. Estamos felices de lo que hemos logrado pero la economía nos pega muy mal. Tenemos sueldos por debajo del nivel de pobreza y dejamos 30 o 40 por ciento del sueldo para que esto siga: el amor al prójimo y la solidaridad son nuestras banderas”, dijo con firmeza el profesional.
Y exclamó: “gracias a los proveedores y a los profesionales que nos ayudan muchísimo, las compañeras que con sus vidas cotidianas le ponen lo mejor cada día”.
Son 110 familias que viven del proyecto y además piensan en el otro, “vivimos de los pacientes que nos eligen cómo prestadores, de PAMI, IOMA y otras prestadoras. Pero cuando decidimos abrir prácticas gratuitas se hizo por ver la necesidad en la gente que muchas veces no contaba con cobertura”, explicó.
Los insumos aumentaron hasta un 80 por ciento, informó Esposito, remarcando también los elevados costos en servicios como la luz con boletas de 135 mil pesos de luz (25 mil en 2016).
“Así y todo no dejamos de comprar y que no falte nada. Tiene que estar garantizado el servicio para nuestros pacientes”, reiteró el entrevistado.
En cuanto a la función del municipio, expuso que “siempre estuvo al lado nuestro, hemos llamado a Leandro Nedela a la madrugada y el comportamiento siempre fue excelente. Podemos tener pensamientos diferentes a veces, pero eso no quita que deje de agradecer todo lo que se hizo”.
De todos modos reconoció que las ayudas de distintos lugares no son suficientes.
“Tenemos un comedor donde desayunan, meriendan y cenan 85 compañeras por día. Esto es un acto solidario. Nadie va a entender este mix que es la cooperativa porque también hay depredadores, algunos no nos quieren. Lo entendemos pero seguimos estando y es un lugar que pertenece al sistema de salud de Berisso. La salud es un derecho de todos, financiará el Estado o un privado, pero es de todos”, enfatizó.
No pierden las esperanzas, siguen en el camino de la mejora, con los avances que tuvieron en infraestructura y todo lo que sume al beneficio del paciente. Cumplen 12 años de vida y pelean cada día por superar las adversidades.
“Estando convencidos de que Dios está en todos lados pero duerme en la Clínica Mosconi”, dijo con emoción.
Para cerrar, destacó el apoyo del Larraín y del director Alfredo Zanaroni, “siempre contando con la ayuda del Hospital a través de Alfredo que es un compañero más de trabajo del sistema de salud, nunca cerró las puertas, nunca apagó los teléfonos. Es de destacar cómo también la obra en el hospital. Es una maravilla”.