En los últimos días, la comisión directiva de la Colectividad Croata “Raíces Istrianas” de Berisso dio a conocer los motivos por los cuales en este 2020 no pudieron participar de la versión virtual de la Fiesta Provincial del Inmigrante.

En este sentido, informaron que en esta ocasión no tuvieron la oportunidad de ofrecer sus comidas típicas “debido a decisiones unilaterales de la entidad” con la que compartían espacio en nuestra ciudad desde hace 10 años.

Así también, reseñaron: “en el año 2010 su Asociación firmó un convenio con el Rotary Club de Berisso por medio del cual accedimos al usufructo de su propiedad por un período de 10 años (hasta el 31 de mayo de 2020) con posibilidad de extensión por períodos consecutivos de 4 años”.

Para poder utilizar dichas instalaciones “debimos hacernos cargo del pago de todos los servicios de la propiedad, su mantenimiento y refacciones necesarias, siendo que la misma se encontraba en un estado de deterioro visible”, detallaron, señalando que esta parte del convenio “se encuentra cumplida, inclusive, hasta el día de la fecha”.

“Quienes nos hayan visitado en los últimos 10 años pueden dar cuenta de las reformas y mejoras”, agregaron.

Pero, al estar próximos a la fecha de cese del convenio, “el día 3 de marzo del corriente año presentamos una nota dirigida a las autoridades de la entidad solicitando una reunión para conversar acerca de los aspectos relativos a la renovación del mismo; la cual fue entregada en mano y con acuse de recibo firmado por el entonces  presidente de Rotary, pero al día de la fecha la misma no ha sido contestada”, cuestionó Ivana Novak, tesorera de la Asociación.

Más tarde, “nos vimos obligados a organizar una Fiesta del Inmigrante atípica, con nuevas dinámicas de sociabilización colectiva”, indicó, para luego subrayar que “en un marco donde la Asociación de Entidades Extranjeras, en  conjunto con la Municipalidad de Berisso, organizaron una fiesta planificando la metodología.

“Pero cuando nos acercamos a la propiedad en busca de la antorcha que se utilizaría para la realización de la Posta del Inmigrante, nos encontramos con que nuestra llave no funcionaba; no pudimos ingresar ni hacer uso de nuestros elementos e insignias, limitando así nuestra  participación en los eventos”, recordaron.

Ante esta “inesperada” situación se comunicaron con un integrante de la Comisión Directiva del Rotary quien les dijo “que la cerradura no funcionaba y que tomaron la decisión de cambiarla, fue entonces”.

“Tras días de espera sin obtener respuesta”, recibieron un llamado de la Secretaría del Rotary Berisso, avisándoles “que no nos iba a dar una copia de las llaves porque se había terminado el plazo del convenio”.

“Entendemos que la decisión es válida y que se encuentra dentro de lo convenido previamente pero no nos parece justa, oportuna ni acorde a la buena fe con la que se ha manejado nuestra asociación, más aún en medio de este contexto de crisis”, cerraron a la espera de una respuesta coherente por parte de las autoridades del Rotary Club.