Preocupados y aún sin respuestas certeras de parte de las autoridades del distrito, vecinos de calle 10 y 156 norte encendieron las alertas como consecuencia de una usurpación en una de las viviendas allí presentes.

En comunicación con BerissoCiudad, relataron que hace nueve días, tras una denuncia anónima, la policía ingresó a la casa en cuestión y encontró el cuerpo de un hombre fallecido. “Una persona vio que la puerta del fondo estaba abierta y llamó al 911. Cuando llegaron los efectivos constataron que se trataba de una persona que hacía años figuraba como desaparecida”, precisaron.

“Nosotros no hicimos la denuncia porque él no vivía acá de forma constante. Esa era la propiedad de su madre que también falleció”, acotaron.

Dicha situación empeoró el pasado martes por la mañana cuando una familia “de dudoso proceder, arribó al lugar con menores y perros “gran tamaño”.

Si bien comentaron que la policía intentó desalojarlos, la maniobra se complicó “porque había chicos, de ellos y los vecinos de en frente. Dicen que tienen seis chicos pero. en sí, algunos de ellos son prestados”.

A su vez, algunos frentistas que tuvieron la oportunidad de hablar con ellos aprovecharon para decirles que “una persona que se mete en una casa que no les pertenece es un ladrón”, y la respuesta que tuvieron fue que se trataba de una “usurpación pacífica”.

La realidad es que hay dos denuncias radicadas: “averiguación de causales de muerte" y “usurpación”.

“Este es un barrio tranquilo y de contar con este tipo de gente, que ya tiene este tipo de antecedentes, nos complica y mucho”, lamentaron, con la esperanza de que esto se revierta y que las autoridades tomen cartas en el asunto.

“Tenemos miedo y no es justo que se dé lugar a la usurpación cuando todos los que estamos acá hicimos un gran esfuerzo por tener lo propio, sin molestar a nadie”, concluyeron.