En entrevista con BerissoCiudad, la psicóloga, militante feminista y jefa regional de Conurbano II de ANSeS, Paula Lambertini, brindó detalles acerca de las nuevas visiones vinculadas al colectivo de mujeres, los aportes que lleva a cabo el Estado nacional, y las modificaciones en la política pública para preservar la salud y economía de los ciudadanos.

En principio, desde su experiencia en psicoanálisis de perspectiva de género, mencionó que los ámbitos de formación en su mayoría se han dado por fuera de lo estrictamente académico. Y si bien “Ni Una Menos” generó una expansión del feminismo, “me parece que en este momento está presente la idea de construir y dar respuesta a los grandes debates latentes en la sociedad”.

De allí el rol y la política de cuidado que está dando el Estado actual con el Ingreso Familiar de Emergencia, que cubrió a 9 millones de personas donde el 57 por ciento son mujeres; lo cual deja al desnudo “el nivel de precariedad de las mismas en el ámbito laboral, sobre todo quienes están al cuidado de particulares”.

En este sentido, recalcó que esto llevó a pensar en un dispositivo de atención psicológica para mujeres víctimas de violencia: “de hecho hay muchos trabajos de colegas en materia de construir una mirada distinta para pensar nuevas concepciones, dispositivos y prácticas para revisar la posición de dominación y salir de esa situación”.

Para esto también se ha generado el programa programar con un salario mínimo, vital y móvil para mujeres en situación de dependencia que, de alguna manera, podría verse como una reparación histórica la que hace el Estado”.

“Se trata de construir una sociedad en clave de igualdad, viendo que hay otras realidades posibles”, algo que, además, repercute en el ámbito masculino “a quienes el mandato cultural les produce mucho sufrimiento y malestar, como el éxito económico, la posibilidad de tener que ser exitosos, los más fuertes y valerosos a través del uso de la fuerza, o en la sexualidad”.

La ayuda social

En este contexto complejo que inició el 16 de marzo “tuvimos que reposicionar el organismo para ser un instrumento de Estado en la implementación de políticas públicas de cara a la pandemia”, remarcó la funcionaria.

A partir de allí se comenzó con el IFE, las becas sostener cultura, la ayuda a las empresas, la política acompañar, “con el objetivo de abrazar a la mayoría de los argentinos y argentinas, para que el daño sea el menor posible, tanto en la salud como en las medidas de protección económica, que son únicas en la historia de nuestro país”.

El IFE, como su nombre lo indica, está pensado dentro de este marco de emergencia, y estará vigente mientras dure el aislamiento; “ya que implica un ingreso extraordinario por el Covid-19, y este dinero no sale de ingresos que sean contributivos”.

“Nuestro país tiene a siete millones de personas jubiladas y se financian de impuestos específicos. Pero la mayor parte de la caja jubilatoria viene del IVA que es un impuesto que pagamos todos en cada compra que hacemos y parte del impuesto del combustible”, explicó.

Por otro lado, el IFE se financia del tesoro nacional donde hay 22 millones de argentinos que están cobrando prestaciones de ANSeS “y eso deja en claro que este país es el de más amplia cobertura de aporte social”.

Reapertura de ANSeS

Si bien ANSeS está atendiendo en todas sus oficinas de modo presencial se han cambiado las metodologías para priorizar la atención por turnos, “porque es necesario garantizar las pautas del Ministerio y de Salud”.

Sumado a ello, se realizó una modificación para que la gente pueda acceder al inicio de su jubilación a través de la atención virtual, donde un beneficiario puede ingresar y del otro lado una trabajadora o trabajador va indicando qué papeles se necesitan, “lo cual generó una revolución por la simplicidad del sistema”.

De esta manera, la referente peronista propició el trabajo y la puesta en marcha de esta nueva gestión que tiene la voluntad de tratar aquello que quedó pendiente, para garantizar la demanda social.