“No
es un año más, es la coyuntura del año. En Berisso hubo hechos históricos
trascendentales como la construcción de los frigoríficos, el ser anfitrión de
tantas colectividades, de tanta gente que vino en busca de paz y la posibilidad
de armar una casita, de encontrar comida y techo como lo decían nuestros
viejos”, comenzó.
“Eso
no lo tenían ni en la Europa corrida por la guerra ni tampoco con nuestros
coprovincianos. Muchos de los feudos monarcales de las provincias hacían que
los hijos de la gente del campo no tuvieran la posibilidad de acceso a nada.
Por eso se venían a estos lugares”, mencionó.
Y
recordó que “llegar a Berisso era poder conseguir un trabajo y conseguir un
cobijo para armar su familia. Esa historia nos atraviesa a todos culturalmente
de una forma particular. Después vino el desarrollo a partir de la
industrialización que planteó el peronismo, sino éramos un país donde lo único
que pasaba por este puerto eran las vacas”.
“Como
todos los de mi edad, vengo de una familia que trabajó mucho y no tuvo los
privilegios que hoy se gozan, gracias a estos modelos que generan amplitud en
el pensamiento del crecimiento, principalmente en el concepto de inversión por gasto”, consideró
el intendente.
Por
lo tanto aclaró: “lo que digo viene a que en éste año, no se hizo una gran
fiesta como hubo en aniversarios anteriores, porque cuestan aproximadamente 500
mil pesos, entre el seguro, el escenario, los desfiles, los transportes para
las Fuerzas Armadas, los inspectores, ambulancias, etc.”.
“Por
eso elegimos hacerlo de la manera más solemne pero humilde posible, porque
Berisso está atravesando una de las mejores etapas que tiene que ver con
resolver los temas estructurales como el puerto, el terraplén, lo que respecta
a la hidráulica y aún quedan pendientes muchas, que sabemos cuáles son”,
aseguró.
Asimismo,
comentó que “hace algunos momentos estuve hablando con Abel Fatala, subsecretario de Obras Públicas de la Nación sobre la
corrección de algunas obras. Estamos constantemente yendo a Provincia y Nación
a buscar los recursos para seguir haciendo obras en la ciudad”.
“Las
tasas municipales son las que realmente impactan sobre el vecino, porque el
funcionamiento del municipio debería estar respaldado por ese dinero que muchas
veces el vecino se niega a pagar”, explicó.
Y
anunció que “en septiembre se pondrán las grúas en el Puerto, por otro lado el
Terraplén está cumpliendo su objetivo, por eso le pido a la gente que vaya a
verlo, que vea el tablestacado que se está haciendo detrás del Gimnasio
Municipal, el Wassenberg arrancó con mucha fuerza nuevamente, luego de la
presión que ejercimos a la gente de Hidráulica de la Provincia”.
“Además
hay un entubamiento que tenemos que hacer de 157 a 162 para que llegue el agua
rápida y plena al reservorio, toda esa zona va a dejar de tener agua porque la
sacaremos con las bombas”, confirmó.
“Tenemos
el panorama de lo que nos está faltando pero cuando sacamos la cuenta y miramos
cuanto tenemos para hacer esas obras nos damos cuenta de que con lo que cobramos
de impuesto municipal no llegamos ni al 25 % de los sueldos”, indicó Slezack.
“Así
que la coparticipación se va en sueldos, en buena hora que los municipales
cobren mejor, ya que hacen al consumo interno, la recuperación local a la
economía local, así como el sueldo de astilleros o YPF también impactan sobre
nuestra economía”, señaló.
Entonces,
retomó que “por estas razones el festejo de este año fue distinto y rápidamente
volvimos al trabajo. Sabemos bien lo que está faltando, sabemos que lo hacemos
con la ayuda del gobierno nacional”.
“Por
lo tanto, la única forma de que las cosas sigan mejorando es que se profundice
este modelo y que los que más tienen nos ayuden a resolver temas, nos permitan
a empezar a vivir de nuestra propia
independencia que sería la puesta en valor del Puerto”, opinó.
“La
Nación empezó a hacer licitaciones y obras en los municipios, por ejemplo, hace
poco se entregaron 600 mil pesos a los productores y después hicimos los
invernáculos, entre otras cosas. Para la Fiesta del Vino ayudamos
logísticamente a los que tenían esa ilusión de poder sacar a la luz la venta,
logramos que el instituto de vitivinicultura reconozca al Vino de la Costa,
luego de 30 años de pelea”, expuso.
Y
reconoció que “nosotros hacemos lo que nos permiten y sugieren los productores,
somos los gestores porque además si estamos convencidos de que tenemos razón,
no nos para nadie, como hicimos con el agua”.
“La
presencia de Pablo Bruera acá fue
luego de haberlo discutido un montón el hecho de que La Plata no es el ombligo
del mundo; que a pesar de que su situación fue tremendamente grave y triste por
la cantidad de fallecidos, el agua de ellos pasa inevitablemente por Berisso y
lo que pretendemos es que no nos lastime como pasó el 3 de mayo”, expresó.
“Todo
lo que tenemos que hacer para solucionar eso requiere de dinero, pero nosotros
aceptamos ese desafío, para eso estamos”, finalizó el jefe comunal, Enrique
Slezack. (www.BerissoCiudad.com.ar)
