En BerissoCiudad en Radio dialogamos con el edil de Juntos, Pablo Swar, quien ratificó sus aspiraciones de ir por la Intendencia el año venidero y afirmó en ese sentido que “hace tiempo” viene trabajando en conjunto con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el diputado nacional del PRO, Diego Santilli.

Tras verse las primeras pintadas con la leyenda “Pablo Swar 2023”, el concejal opositor recalcó: “Me veo intendente; cada día que pasa lo veo más cerca” y “me encantaría poder tener esa responsabilidad”.

“Tengo claro lo que quiero para Berisso, quiero que vuelva a brillar”, enfatizó, para luego abogar por “un crecimiento sano y productivo para nuestra ciudad”.

Asimismo, hizo hincapié en el desarrollo territorial que se tiene que hacer en el municipio, dado que “tenemos que proyectarnos, tratar de que el acompañamiento de la Provincia y la Nación sea para impulsar a Berisso”.

“El circuito comercial se va achicando, hoy salís a la noche y no hay nada abierto”, acotó en torno a la falta de seguridad para la nocturnidad, por lo que se pronunció en pos de “generar” esas condiciones.

“Tenemos que tener un plan económico con orden y un plan con las prioridades”, anexó, para reiterar que su sueño es “cambiar Berisso”. “Me preparé y me veo intendente, quiero un CABA chiquito en Berisso”, exclamó.

De todos modos, reconoció que “todavía falta mucho” para las elecciones y en alusión a otros posibles candidatos dentro del espacio Juntos, reconoció que “todos nos estamos preparando”.

“Tenemos que estar a la altura de las circunstancias, entender lo que le pasa al vecino” por encima de las cuestiones personales, las cuales “se van a resolver, ya que hay un proyecto más importante”, reflexionó Swar en el aire de la 88.5

También reveló que hubo diálogo con dirigentes que hoy por hoy no están en Juntos. Dijo que se trata de “aquellos peronistas que no se sienten identificado con Fabián Cagliardi, como ser Vanesa Queyffer y Agustín Celi.

“La gente está enojada con toda la política de la ciudad” y “me da impotencia no poder resolverlo”, prosiguió.

Por último, se proclamó sobre el levantamiento de la sesión del repudio al ataque a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Me pareció una falta de respeto”. También explicó que tomó como un amedrentamiento el tema de “los gritos” en el cuerpo deliberativo.

“Eso estaba preparado”, acusó y responsabilizó a Martina Drkos y Gabriel Lommi, pues “habíamos acordado que el repudio tenía que estar presente, y trajeron a militantes a gritarnos. Fue una provocación de la presidenta y del secretario” del Concejo.