Respirar, fluir y sanar. Así es como retomó las clases una de las profesoras más reconocidas de Berisso, quien se animó a dar yoga al costado del Canal de la Génova, aprovechando las bondades de este espacio para generar un clima único a pesar del contexto adverso.

Cuando empezó el aislamiento social, Leticia Cazorla tuvo que suspender la actividad por el riesgo de contagios, pero debido a la demanda de sus alumnas le buscó la vuelta para dar clases por Zoom y WhatsApp. Modalidad virtual a la que muchas se sumaron y continúan hasta el día de hoy.

Así, y a través de esta iniciativa, Cazorla supo compartir diversas experiencias vinculadas a la temática, ofreciendo tips y talleres gratuitos junto a otras profesoras como Ana Smith y Cecilia Nevietti, además de técnicas de relajación con instructoras de España y Colombia.

Y como corolario de las anteriores propuestas se sumó a la Fundación del Padre Cajade, en donde brinda sus conocimientos con colegas una vez por mes.

Pero gracias al buen clima, la última semana retomó las clases presenciales al aire libre, más precisamente al lado del Canal Génova, por ser un lugar no sólo conocido y cercano a su espacio, sino también porque permite colaborar con el distanciamiento necesario en esta época.

La repercusión fue más que satisfactoria, “porque hay un gran interés en las clases de yoga debido a que es necesario estirar el cuerpo y aquietar la mente, sobre todo en esta instancia que estamos viviendo”, comentó Cazorla, quien al recordar la jornada expresó su alegría.

“Nos vimos las caras después de meses y, además, porque es se genera una conexión completamente distinta, más estrecha con el otro, con el plus de que hacemos yoga en la naturaleza propiciando el disfrute con todo lo que nos rodea”, enfatizó.

Acto seguido, reflexionó: “si hay algo que me trajo esta cuarentena es el agradecimiento por todo lo que tengo, porque debido las situaciones que pasaron durante este período podemos revalorizar otros espacios, como lo es la costa del río, que antes no eran aprovechados y sin embargo también podemos disfrutar”.

Por todo ello, finalizó diciendo que afortunadamente “la recepción de la gente es muy buena y resulta una alegría el poder volver a compartir como se pueda, adaptándonos a lo que va pasando, pudiendo hacer las cosas a pesar de las circunstancias”.