Pandemia y crisis económica

Comerciantes autónomos: “Nosotros también estamos en el frente de batalla”

Números que no dan.
Números que no dan.

La creciente caída del consumo en los comercios de la región es una realidad que afecta sobremanera a quienes se definen como autónomos.

A los años de descontrol en los impuestos se le sumó la cuarentena, por lo cual algunos decidieron tirar la toalla, mientras otros persisten a la vera de un camino incierto.

En entrevista con BerissoCiudad, el comerciante local Ariel Serrano compartió su perspectiva vinculada a un rubro que se las trae complicada.

“Veníamos con seis años de no crecimiento y con el cambio de gobierno pensamos que íbamos a tener una mejora, pero nada de eso pasó debido a una cuarentena que nos afectó, sobre todo, a los comerciantes autónomos que al tener los negocios cerrados estuvimos tres o cuatro meses generando deudas”, comenzó.

A este inconveniente se sumó el pago de los servicios que lejos de reducir mantuvieron o acrecentaron su valor, cuestiones que se dialogaron entre los mismos comerciantes pero quedaron en el camino a la hora de efectuar un reclamo ya que “las empresas estaban cerradas o, si contestaban, te decían que los montos se tomaban de acuerdo al parámetro de la última medición o del mismo período del año anterior; algo que no se condice porque al año pasado estábamos trabajando y este no”.

Ante esto, “desde el área de seguridad e higiene municipal decidieron eximirnos del pago, pero por el tema de los servicios no fuimos porque actualmente están muy avocados a la salud”, precisó.

Cierre de negocios

En lo que va del año y ante la incertidumbre, cinco negocios de una sola cuadra de la Avenida Montevideo cerraron sus puertas. “Algo que tiene mucho que ver con los precios elevados en los alquileres, porque lamentablemente hoy es otro país comparado al de la fecha anterior a la cuarentena. Nosotros firmamos un contrato de alquiler en un país y ahora nos encontramos con una realidad muy distinta de la que ni nos podemos hacer cargo”, precisó el entrevistado.

Además de ello, están las ventas online: “yo entiendo porque cada uno se las rebusca como puede para sobrevivir, pero por el otro lado resulta injusto para quienes tenemos que costear un comercio”.

En este ejemplo entran los restaurantes que se maneja sólo con delivery porque no pueden el espacio, “una competencia totalmente desleal contra quienes tienen un negocio en sus propios domicilios”.

“A los imprescindibles les ha ido muy bien en el primer tiempo, pero les ha bajado la venta alrededor de un 8 por ciento. Y en cuanto a los rubros intermedios como es mí caso sólo hemos generado deuda. Hablamos de gimnasios, natatorios, los cerveceros, las agencias de turismo. Pero definitivamente hay que buscar una solución porque después de siete meses de estar parados no tienen más opción”, enumeró Serrano.

Más allá de eso “nosotros somos los primeros que queremos cumplir con los protocolos” porque “si nos miran un poco nosotros también estamos en el frente de batalla”, aseveró.

Cadenas de pago rotas

Además de los cortes en las cadenas y las compras que deben ser de contado, “no hay stock, porque las marcas que trabajo desde hace 20 años antes lo tenían para seis meses y hoy no lo tienen ni para el mes”.

“Todo es muy incierto. Y lo que veo es que no hay reglas claras para saber cómo salimos. Entonces, lo que se necesitaría para empezar a hablar de un progreso son créditos blandos y lo mismo con los alquileres porque no se está leyendo bien el momento”, sentenció, a la espera de novedades positivas.

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