Un vecino del barrio conocido como “las 124 viviendas” de la zona de La Franja, puntualmente de la calle 125 y 76, se comunicó con BerissoCiudad para dar a conocer la situación en la que viven a raíz de los sucesivos desbordes cloacales.

Jorge, en nombre de otros tantos frentistas aseguró haber agotado las instancias antes de llegar a hacer una denuncia pública, intentando encontrar una respuesta concreta.

“La situación es la de siempre, desde que se entregó el barrio. El tema es que no era tanto el caudal como lo es ahora, por ahí se subía, se destapaba y tiraba un par de meses hasta que venía el camión. Ahora este último mes está hasta arriba, desborda en los fondos de las casas por las cámaras. Es un desastre”, disparó.

Asimismo, aseguró que en la mañana de este viernes, como tantos otros días, se presentó en la Delegación para dialogar con el responsable de la zona, Gabriel Kondratsky.

“Hace cuatro días que estoy tratando de localizarlo, que en su momento hace 25 días me atendió y me prometió que me iba a mandar por lo menos el camión para que chupe un poco dos veces por semana. Eso se cumplió en el momento en que estaban en campaña, pasaron las elecciones y ahora ni siquiera lo puedo localizar”, denunció Jorge, agregando que  se presentó en la Delegación municipal en diferentes horarios y el funcionario “nunca está”.

Cabe destacar que el problema es, desde que se entregaron las casas hace aproximadamente un año y medio,  para todos los frentistas del barrio que ocupa cuatro manzanas, pero que la situación se agudiza para la última manzana, dado que es la que primero se desborda. 

“Es como yo le dije a Gabriel, él me dice que está mal hecho ya que el caño no es el que tiene que ir, la dimensión que tiene que ir. Uno comprende eso, y que no se puede resolver eso de un día para el otro. El tema es que tiene que haber una solución paliativa para sacarnos de esta situación”, aseveró el entrevistado.

En el barrio hay criaturas de todas las edades, sin ir más lejos Jorge tiene una nena de ocho años y un bebé de cuatro meses, que en este momento padece bronquiolitis.

“Yo no puedo abrir ni siquiera la ventana del patio porque estamos conviviendo todo el tiempo con ese olor. Es terrible para un bebé, es insalubre. Y en mi situación están todos, todos tenemos chicos”, graficó.

Por otro lado afirmó que tomó la decisión de compartir el reclamo y hacerlo público en función de encontrar ayuda para una respuesta: “Me cansé de ir a la Delegación, y no tener respuestas en este último tiempo”.