Por Maxi Pérez (@perezmaxi), corresponsal de NOVA en Casa de Gobierno y Legislatura

Mientras la relación entre la gobernadora María Eugenia Vidal y la diputada Elisa Carrio, virtual candidata a senadora nacional por para l 2017, parece ingresar en terrenos sinuosos por las denuncias de la legisladora contra el jefe de la policía bonaerense, la mandataria ha decidido rearmar fuerza propia de la mano de intendentes peronistas y de otros espacios.

Pasar la ambulancia, en la jerga política quiere decir recoger y dar lugar a todos los heridos de otros espacios políticos, después de una interna, de una derrota o cualquier proceso que ponga en duda os liderazgos internos de esos espacios.  Y si estiramos un poco la metáfora, debemos decir que en este caso la propia gobernadora decidió hacerse cargo del manejo de la ambulancia.

Hernán Bertellys de Azul, Ismael Passaglia de San Nicolás y Joaquín de La Torre de San Miguel son en este escenario, los primeros heridos que recogió Vidal en su primera vuelta de ambulancia.  Además en cada caso debió atender una dolencia distinta y por lo que parece cuenta con un botiquín completo para atender cualquier caso que se presente.

Para el azuleño fue necesario garantizar la llegada de fondos para un municipio castigado por los problemas propios, pero también por el abandono de la gestión provincial anterior.  El caso de Passaglia tiene que ver con las necesidades de protección judicial del ex ministro de salud, que nuevamente suena como reemplazo de Zulma Ortiz.

Pero sin dudas que el caso más emblemático es el del intendente massista de San Miguel, uno de los fundadores del Frente Renovador, del que se alejó hace un tiempo por no sentirse contenido en el frente que conduce Sergio Massa.  Para sumarlo a su equipo, Vidal debió dividir el ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología que conduce Jorge Elustondo y de esta manera no quitar del camino al único radical de su gabinete.

De La Torre se hará cargo de producción, el área verdaderamente importante de esa cartera, por el contacto directo con los sectores productivos de la provincia y la chance de construir política territorialmente a través de herramientas de promoción y fomento en los 135 distritos,

Para Elustondo en cambio, queda lo que hoy es casi un área testimonial, más allá del potencial de desarrollo que ciencia y tecnología tienen para Buenos Aires. Habrá que ver si los radicales toman a bien este nuevo desaire de parte de la gobernadora que eligió recortarles poder para contener al ahora ex massista.

En el entorno de Vidal confían en que estos serán solo los primeros jefes comunales en alinearse con Cambiemos y según los estrategas de calle 6, la ambulancia dará tantas vueltas como sea necesario hasta garantizar un control territorial más sólido del que hoy por hoy les ofrece el radicalismo.

“Que sigan pensando en Lilita, mientras nosotros vamos por los peronistas, cuando se den cuenta va a ser tarde” ironizaba esta semana en los pasillos de gobernación un operador político con llegada directa  Mauricio Macri que suele frecuentar a Vidal.

El objetivo final es que los intendentes arrastren a sus legisladores y antes de fin de año se modifique la relación de fuerzas para el oficialismo, acortando las distancias entre el bloque de minoría que hoy controla y la chance de ser mayoría tras un buen resultado en la próxima elección.