Emblemática figura de la magia

Adiós a Luas, el mago que alegró a grandes y chicos con sus trucos en la región

Roberto Favero murió víctima de Covid.
Roberto Favero murió víctima de Covid.

El Mago Luas, con más de 50 años de trayectoria en el apasionante universo mágico, falleció este martes por complicaciones derivadas del coronavirus, dejando a su varita sin dueño; un dueño que ilusionó a chicos y grandes de varias generaciones de la Región. Tenía 77 años.

Roberto Favero, que eligió llamarse Luas como un guiño a su segundo nombre Saúl (Luas al revés), murió en el Hospital Cestino de Ensenada, localidad donde había nacido en 1945 y de la que logró trascender a base de talento, carisma y valores como la amistad y la ilusión.

Marca registrada de la magia y el ilusionismo en la Región, Luas se mantuvo en pie hasta último momento. De hecho, a fines de noviembre fue ovacionado tras un emotivo discurso por los 30 años de La Nonna, un teatro con el que mantuvo una relación de estrecha cercanía, llegando a abrirle el camino a Leo Ringer, de quien fuera su padrino artístico y guía cultural y humano.

Personalidad destacada dentro de la escena mágica internacional, Luas se vinculó de chico con el arte y, según contó su hermano, el Payaso Memo, debutaron juntos, a los 3 y 4 años, en el Teatro Argentino como parte del elenco de actores de “I, Pagliacci”.

Junto a su hermano Guillermo, dieron sus primeros pasos, explorando otros terrenos como la danza folclórica y el universo de los títeres y de la canción, aunque tiempo después se volcaron a la actuación llegando a ser parte de alguna de las películas de Hugo del Carril, además de obras de teatro como “La barca sin pescador” y “Usted puede ser un asesino”.

Dentro de su trayectoria artística se destaca también a Favero por haber sido autor de canciones infantiles, autor y director de comedias mágico musicales, autor y director de obras teatrales. También trabajó como guionista, director y productor de programas de tevé.

Junto a su hermano, le dieron vida al show de “Luas y Memo” con el que recorrieron no sólo la región sino diferentes partes del país y del mundo. Porque Luas, que se inició profesionalmente en el universo mágico en 1962, cuando ofreció un show en el corso de la diagonal 79, fundó junto a Memo el Centro de Estudio Dedicado al Ilusionismo, que tuvo sedes en La Plata y Palma de Mallorca.

En su más de medio siglo de profesión, llegó a ser miembro fundador de la Federación Latinoamericana de Sociedades Mágicas y de la Escuela Argentina de Artes Mágicas. También fundó el Honorable Colegio de Jueces de la Flasoma.

Multipremiado, y convocado asiduamente para ofrecer conferencias y clases magistrales en todas partes del mundo, en 2017 fue designado Socio de Honor del Círculo Mágico Argentino.

“Personalidad Destacada” de la cultural platense desde 2012, y reconocido por la municipalidad de Ensenada por trayectoria internacional, fue además socio fundador del Núcleo Ensenadense de Ilusionismo que, ayer, lo despidió con una emotiva dedicatoria.

Para Luas, la razón de ser de un artista debería ser “producir el gozo estético, comunicar a través del arte la fina sensibilidad que permita refugiarse en la fantasía para afrontar con nuevos ojos y nueva predisposición la vida de todos los días”. Y bajo esos parámetros vivió hasta que se terminó la función.

Casado con Serena, y padre de Loriana y Paulo Javier, Luas dejó inmortalizado en su cuenta de Facebook un mensaje sobre cómo recordarlo: “La magia sigue viva cada vez que nos encontramos en la memoria”.

Fuente: El Día

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