Planeamiento

Damiana Perret: “El nuevo Código Urbano sienta las bases de una legislación que ordena la ciudad”

Damiana Perret, directora de Ordenamiento Urbano y Territorial de Berisso.
Damiana Perret, directora de Ordenamiento Urbano y Territorial de Berisso.
El nuevo Código Urbano es la actualización normativa más importante que tuvo el distrito en más de dos décadas.
El nuevo Código Urbano es la actualización normativa más importante que tuvo el distrito en más de dos décadas.

La directora de Ordenamiento Urbano y Territorial del municipio, Damiana Perret, visitó los estudios de FM Berisso Ciudad para explicar los alcances del nuevo Código Urbano, la actualización normativa más importante que tuvo el distrito en más de dos décadas. La funcionaria detalló cómo se gestó el proyecto, qué transformaciones introduce y por qué la cuestión ambiental es hoy el eje central de la planificación territorial.

 

En principio, Perret recordó que “el proceso se inició en 2022, cuando el intendente Fabián Cagliardi fijó como meta comenzar a diseñar el crecimiento ordenado de la ciudad. “Fue un trabajo de planificación de la ciudad y del territorio. Por entonces, el municipio firmó un convenio con el Consejo Federal de Inversiones y con la Dirección Provincial de Ordenamiento Urbano y Territorial, organismo encargado de aplicar la Ley provincial 8912 que regula el uso del suelo”, explicó.

 

A partir de ese acuerdo, se sumó un equipo técnico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP. “El equipo realizó un diagnóstico integral, modelos de ciudad posibles, un plan urbano y finalmente el nuevo Código Urbano. Este conjunto de estudios permitió reemplazar la ordenanza histórica 2512, vigente desde 2002. Con el paso del tiempo, las normativas quedan descontextualizadas respecto del crecimiento real de la ciudad. En muchos casos, se desbordan los objetivos y aparecen procesos urbanos en lugares no apto, lo que genera problemas más difíciles de resolver a futuro”, argumentó.

 

El nuevo Código Urbano establece los usos del suelo, la ocupación y las reglas de subdivisión. Para ello, se definieron tres grandes áreas, urbana, complementaria y rural. “Las áreas urbanas comprenden las zonas consolidadas con servicios; las complementarias, principalmente en el eje de Los Talas y en sectores vinculados a la avenida Montevideo y la rural incluye grandes superficies como el bañado del Maldonado”, detalló.

 

La funcionaria subrayó que Berisso es una ciudad muy compleja por su soporte territorial. “El distrito contiene unidades paisajísticas y ambientales clave, el monte ribereño, la isla Paulino y el delta del río Santiago, todos bajo leyes de paisaje protegido, la cuenca del arroyo El Pescado y el extenso bañado del Maldonado, que además cumple una función hidrológica regional fundamental. En el nuevo Código, el bañado fue declarado área de protección ambiental a nivel municipal. Se ajustó el código a toda la legislación ambiental vigente, sentando las bases para un crecimiento sustentable”, reveló.

 

Consultada sobre qué se puede construir en la ciudad, Perret señaló que las obras deben respetar el relieve natural, especialmente en la zona ribereña. Se incorporaron las construcciones palafíticas, elevadas sobre pilotes, para evitar alteraciones de las cotas del terreno. En Berisso, el límite máximo es de cinco pisos. “Somos una ciudad baja, y por el soporte no se puede crecer mucho más”, indicó.

 

Los ejes de expansión definidos son dos, informó la funcionaria. “Los Talas y Ruta 11, con distintos condicionamientos ambientales. En ambos casos, se prevé una planificación de infraestructura, en especial agua potable, antes de habilitar nuevos desarrollos”, dijo.

 

Aunque el triángulo urbano ya cuenta con una trama consolidada, el estudio determinó que está ocupado en más del 85 por ciento. “La ley provincial obliga a pensar nuevos sectores de crecimiento cuando el nivel supera el 70 por ciento, lo que justificó parte del proceso de actualización normativa. El nuevo Código también contempla zonas de promoción del hábitat social, destinadas a futuros programas de vivienda, loteos con servicios o esquemas similares al Procrear. Primero hay que preparar el soporte suelo y dotarlo de infraestructura; no se puede construir sin planificar dónde y cómo”, advirtió.

 

En cuanto a las playas municipales, la Balandra y Bagliardi, el nuevo Código establece corredores de esparcimiento donde se permitirán usos turísticos muy condicionados. Podrán desarrollarse cabañas u otros emprendimientos ligeros, siempre sobre estructuras elevadas y con planes de manejo ambiental aprobados por el Ministerio de Ambiente. “No se puede modificar el monte ribereño ni los bosques nativos. Toda la zona está protegida por leyes provinciales y nacionales, por lo que cualquier intervención requiere estudios específicos”, remarcó.

 

La directora de Ordenamiento Urbano y Territorial sostuvo que “la actualización normativa no solo ordena el presente, sino que marca un horizonte de más de 20 años. El nuevo Código Urbano sienta las bases de una legislación que ordena la ciudad”, enfatizó, además destacó el trabajo conjunto con la Secretaría de Obras Públicas, encabezada por Ricardo Dittler, y la articulación con organismos provinciales para compatibilizar las normas con el complejo soporte ambiental de la región.

 

Por último, Damiana Perret aseguró que el desafío ahora es sostener su aplicación con gestión, infraestructura y políticas públicas que acompañen el crecimiento. “Berisso es parte de una región dinámica, que crece. Ya somos casi 110 mil habitantes. El nuevo Código Urbano busca equilibrar la expansión con la preservación de los recursos naturales, la calidad de vida y la planificación del territorio”, concluyó.

 

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