En las últimas horas, una madre de Berisso expresó su profundo malestar por una situación ocurrida durante el acto realizado el pasado 13 de noviembre en el Jardín de Infantes N° 910, ubicado en 17 y 161. Según relató, su hija Brunella, quien posee diagnóstico de parálisis cerebral y se moviliza en silla de ruedas,quedó momentáneamente excluida de la actividad programada con su sala.

Durante el evento, los niños y niñas participaron de un baile de chacarera grupal, sin embargo, la docente a cargo de la sala Naranja, turno tarde, se negó a incluir a Brunella en la coreografía debido a que en ese momento la niña no contaba con su acompañante terapéutica presente. Ante esta situación, la familia denunció que la docente no quiso asistir a la alumna ni acompañarla en la actividad, dejándola fuera del grupo.

Frente a ese escenario, una preceptora de otra sección, Natalia, intervino para garantizar la participación de la niña. Fue ella quien se acercó, tomó la silla de ruedas y acompañó a Brunella para que pudiera sumarse a la danza junto a todos sus compañeros. Según narró la familia, también está trabajadora habría recibido un mal trato por parte de la docente involucrada cuando intentó incluir a la alumna.

La madre de la niña manifestó su gratitud hacia la preceptora por su predisposición, responsabilidad y compromiso para asegurar que su hija pudiera participar de la actividad como cualquier otra estudiante. Al mismo tiempo, expresó su preocupación por el destrato que asegura que su hija viene recibiendo dentro de la sala, sosteniendo que no es la primera vez que queda marginada de propuestas escolares.

La familia remarcó la importancia de que se garanticen los derechos de todos los niños y niñas, especialmente de aquellos que requieren apoyos específicos para su plena inclusión, y pidió que estas situaciones no se repitan dentro de la institución educativa.