BERISSO, Enero 15 (www.BerissoCiudad.com.ar) Durante las últimas horas, en las redes sociales se ha difundido una acusación a la responsable del geriátrico ubicado en calle 80 entre 123 y 124, por agresiones verbales y físicas hacia los abuelos internados.
Mientras tanto, la Unidad Fiscal de Investigaciones N°11 de La Plata, está trabajando hace un mes, con una denuncia penal concreta que se realizó tras la muerte de una de las víctimas.
Así las cosas, este miércoles, a las 16, tanto vecinos como familiares y demás personas que conocieron lo sucedido, realizarán una protesta en la puerta del Hogar Santa Catalina pidiendo el cierre del mismo y justicia para los culpables.
Norma Gladys Charubi contó la historia de su esposo, Jorge Ramón O’Connor, quien estuvo internado en el geriátrico y murió poco tiempo antes de ser dado de alta, supuestamente de un paro cardiorrespiratorio.
“En febrero de este año lo iban a operar, pero falleció el 8 de diciembre de 2012. Antes de eso, él siempre me contaba que pasaban cosas horribles en el lugar. Él no dejaba que los empleados del establecimiento le dieran la medicación, por temor”, comenzó relatando.
“Rosa, dueña y encargada del Hogar, es una mujer bipolar que ha maltratado a muchos trabajadores. Ya hay 10 personas que atestiguarán en mi causa penal. A mi marido lo tenía de cocinero, entre otras cosas y de esa manera él vio cómo la encargada trataba a todos sus empleados, echando a muchos de ellos sin razón”, aseguró Charubi.
Asimismo, siguió narrando: “mi esposo me decía que no daba más, que lo tenían para los mandados, se había convertido en la mano derecha de la encargada y pedía que lo sacaran. El 3 de diciembre, me contó que Rosa le decía que se iba a morir en la operación que se iba a realizar en febrero”.
“Luego del fallecimiento de Jorge, su familia estaba muy indignada, por lo que decidí abrir una causa penal. Ese 8 de diciembre, lo visité y lo vi muy bien, hasta me contó que estaba haciendo de enfermero y había estado la noche anterior atendiendo a un hombre”, recordó.
“Jorge me contaba que veía malos tratos, por ejemplo, días antes de su fallecimiento fotografió a una señora que había sido brutalmente golpeada por la encargada de la institución (Rosa)”, mencionó Norma.
Y expuso: “mi marido, sufrió una muerte súbita, pero he pedido la exhumación del cuerpo porque yo he visto muchos maltratos en esa institución, que ahora me hacen dudar de lo que en realidad ocurrió con Jorge”.
Por otra parte, una ex empleada del Hogar Santa Catalina (quien no quiso revelar su nombre por miedo a represalias) aseguró que los maltratos son reales: “estuve trabajando en el hogar durante 10 meses y vi que Rosa dopaba a los abuelos porque no los aguantaba. También limpiaban los utensilios de la cocina en el mismo fuentón que utilizaban para escurrir los trapos sucios de limpieza de baños y del lugar en general”.
Y continuó: “poco antes del fallecimiento de Carlos Molinari, otro abuelo que estuvo internado, Rosa me decía que lo dejara, que no lo atendiera porque no había más nada que hacer por él. Actualmente hay dos abuelos, Esteban y Jacinto, a quienes no les sirve el desayuno. En pleno invierno, a Esteban lo baña con agua fría”.
“A la abuela Catalina, quien fue golpeada como contó antes Norma Charubi, la había puesto en la habitación de hombres. A ella misma, en plena lluvia de invierno la dejó a la intemperie en el patio, pero yo la entré”, afirmó.
También reveló: “Rosa me mandaba a dopar a los abuelos pero yo sin que me viera, tiraba las pastillas. Sin embargo, la empleada del turno tarde sí los medicaba. Asimismo, la dueña fuma dentro del edificio, sabiendo que las habitaciones de los abuelos están muy cerca y los mismos pueden ser perjudicados”.
“Cuando debe nebulizar a los ancianos no lo hace, a menos que estén los familiares presentes. A Carlos Molinari, sabiendo que tenía problemas del corazón le daba medicamentos que sabía que le harían daño”, atestiguó.
“Mientras trabajé en la institución, no había enfermeros, yo me encargaba de limpiar, bañar a los 12 abuelos internados y darles la medicación”, aseguró la entrevistada y agregó que es muy posible que los familiares de estos internos no sepan de la situación, “porque Rosa en su presencia, atiende a los ancianos como debería hacerlo siempre”.
Finalizando con su testimonio, Norma Gladys Charubi contó que la dueña del Hogar cobraba más de lo que declaraba ante la AFIP y que le pedía plata prestada a quienes sabía que tenían pocos días de vida, para no tener que devolvérsela. (www.BerissoCiudad.com.ar)