Fútbol

Estudiantes se quedó con el clásico de manera inobjetable

Fue 2-0 en 57 y 1.
Fue 2-0 en 57 y 1.

Estudiantes se adueñó del clásico platense con autoridad. En un estadio colmado, el equipo de Eduardo Domínguez superó con claridad a Gimnasia y Esgrima La Plata por 2 a 0, con goles de Edwin Cetré y Guido Carrillo.

Fue una tarde redonda para el Pincha, que dominó de principio a fin y volvió a demostrar por qué atraviesa un presente sólido, mientras que el Lobo sigue hundido en la crisis.

Desde el arranque, el conjunto albirrojo impuso condiciones con una presión alta, movilidad en ataque y una intensidad que desbordó al rival. Gimnasia, con Fernando Zaniratto como técnico interino tras la salida de Orfila, intentó sostenerse en el partido, pero rápidamente se vio superado en cada línea.

El primer golpe llegó al final de la etapa inicial cuando Edwin Cetré, uno de los más desequilibrantes del torneo, definió con clase luego de una gran combinación colectiva y puso el 1 a 0 que hizo estallar a la gente del Pincha. Ese gol fue mucho más que una ventaja a partir de que fue una muestra de jerarquía y de funcionamiento.

En el complemento, Estudiantes no aflojó. Gimnasia nunca encontró respuestas ni reacción, y el local manejó el ritmo con total tranquilidad. La historia se terminó de escribir a los 52 minutos de juego, cuando Guido Carrillo, con la potencia de siempre, marcó el 2 a 0 tras un error grosero en la salida tripera. De ahí en más, el clásico fue un monólogo.

El Pincha bailó, controló, y hasta pudo haber ampliado la diferencia. Del otro lado, Gimnasia mostró un panorama preocupante: desorden, falta de ideas y una crisis que se profundiza con el correr de las fechas. El primer partido del interinato de Zaniratto no logró revertir la imagen de un equipo que parece sin rumbo.

Con esta victoria, Estudiantes no solo se quedó con el orgullo de la ciudad si no también sumó puntos importantes para seguir entre los protagonistas de su zona y alimentar el sueño de pelear arriba. Gimnasia, en cambio, se va del clásico con más dudas que certezas y la urgencia de encontrar un camino que lo saque del fondo.

El clásico platense volvió a teñirse de rojo y blanco. Fue un baile futbolístico, pero también un mensaje: Estudiantes está más firme que nunca, y Gimnasia vive horas oscuras.

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