CAPITAL FEDERAL, Noviembre 17 (BerissoCiudad.com.ar) Cuando uno se pone a pensar cuán distantes están los tiempos reales, los tiempos de la vida que transcurre sin cesar, de los tiempos políticos, aquellos que se utilizan para gestionar alguna ley o tomar alguna medida, puede llegar a la conclusión certera, de que algo debe hacerse para cambiar y para acortar estas diferencias que se han transformado en abismales.
Para alcanzar una real dimensión de lo que estamos hablando, bastará con tomar como ejemplo, el proyecto de ley pensado para los ex trabajadores de YPF, el mismo que fuera presentado por el diputado del Frente Peronista, Roberto Mouillerón y que hoy genera tanta ilusión, como bronca, en el seno de los YPeFianos, que ven al expediente 7027-D, como la conclusión definitiva de un conflicto, que ya lleva más de 20 años y el inicio de una pelea, mano a mano, con el Poder Legislativo nacional.
Desde que la ley entró en circulación real, dentro de la Cámara Baja del Congreso, allá por fines del mes de septiembre de este año, ha pasado más de un mes y medio, en el cual según datos extra oficiales, ya que nadie hizo un conteo real de esto, han muerto más de un centenar de ex trabajadores de YPF en todo el país, quienes dejaron esta vida sin poder percibir ni siquiera parte de la deuda que el Estado tenía con ellos.
En este caso vemos, claramente, que por un lado están transcurriendo los tiempos políticos, aquellos que hacen que por discusiones electorales, rencillas personales, negociaciones políticas, etc., los legisladores demoren un tratamiento a la ley. Y por el otro, los tiempos reales, los que sin tener pausa, ni recesos, van generando en la gente común, desgaste, malestar, estrés y hasta la mismísima muerte.
Todo este preludio, está hecho, para que podamos entender, si podemos, lo que ha sucedido este último martes 16, en el Anexo de la Cámara de Diputados, donde el apoyo, verbal, a la causa y al proyecto de los ex YPF, fue más concreto, que las acciones parlamentarias que deben acompañar a este conflicto, el cual lleva poco más de dos décadas sin resolverse.
Por un lado debemos detenernos en el accionar de los asesores del diputado Mouillerón, y decimos asesores, porque Mouillerón pasó como un rayo por al lado de los YPeFianos, casi como si lo viniera corriendo la policía, sin detenerse para conversar con quienes hasta hace poco tiempo atrás llamaba “el ejemplo de lucha”.
Los mismos, trataron por dos veces, de explicar a los YPeFianos, que las trabas en este proceso legislativo, que llaman lógico, estaban puestas por el oficialismo, lo cual es una verdad a medias. Ya que si bien son los oficialistas, quienes tienen un mayor recelo por este proyecto, es un hombre del mismo Frente Peronista, el diputado Ibarra, quien hasta ese día, no citaba a la Comisión de Previsión, Comisión actuante en la ley.
Según adujeron en su oportunidad, Marcelo Di Maggio y Carlos Mansilla, en la Comisión presidida por su compañero de línea, estaba todo listo, pero todo listo no significa todo firmado y no fue, sino previa maniobra de otros diputados, más la protesta de los ex trabajadores, más el visto bueno del propio Mouillerón, que el diputado Ibarra, llamó a sesionar este próximo jueves a las 10:30.
Otra escena, que se pudo ver este martes, fue la de los diputados de los bloques de la UCR, el GEN y el ARI, quienes tomando cartas en el asunto y conociendo sus limitaciones en el Congreso, optaron por mostrar su apoyo y comenzar a gestionar con quienes detentan el poder real, para lograr algo.
Fue así como la diputada Virginia Linares (GEN) se gastó llamándolo al diputado Ibarra, quien no dio señales de vida. Lo propio sucedió luego con la diputada Sandra Rioboo (UCR), teniendo más suerte que las damas, el diputado Morán (ARI), quien habló y convenció, en plena vereda del Anexo, a Ibarra, teniendo como testigos a los propios involucrados en el asunto.
Si usted se está preguntando por el oficialismo, alineado en el Frente para la Victoria, el único que dio la cara fue uno que no es diputado y que casualmente estaba por allí para tratar otro tema, el titular de la CGT Hugo Moyano, quien prometió hablar con su amigo Recalde y con el propio diputado Marconato, presidente de la Comisión de Hacienda, para que estos dieran el visto bueno en el recinto.
Finalmente, quien también comprometió su apoyo, es el líder de Proyecto Sur, Pino Solanas, cuando en un diálogo muy breve, aseguró estar al tanto de la cuestión y hacer todo lo posible, desde su sector, para que esto salga aprobado de las dos Cámaras del Congreso a la brevedad.
Si a esto se le suma la contribución que haría el Socialismo, más algunos diputados de los partidos provinciales, la pregunta pasa a ser: Y si hay tanto apoyo ¿Por qué no se trata y se aprueba? Algunos hablarán de los tiempos políticos, otros seguiremos hablando de los siete ex trabajadores de YPF de la región, que murieron la semana pasada, sin poder percibir lo que el Estado les debe.
Tiempos reales, tiempos políticos, será hora de que esos relojes caminen parejos y que todos entiendan que en el único lugar en el que “veinte años no es nada”, es en el tango “Volver”, famoso por la interpretación de Carlos Gardel, cantante y guitarrista argentino, ojo no confundir con guitarrero. (BerissoCiudad.com.ar)