Berisso cuenta con la Dirección de Mujer, Género y Diversidad que funciona en el Polígono Industrial y tiene como objetivo principal visibilizar y llevar a cabo todas las políticas de género en la ciudad.
Y lo hace trabajando desde el abordaje a las violencias por razones de género, asesoramiento, acompañamiento, prevención y seguimiento, como también temas relacionados a la diversidad, educación, gestión menstrual, cáncer de mamas, capacitación en Ley Micaela, entre otras, articulando con diferentes organismos e instituciones locales.
En el marco de un nuevo “Ni Una Menos”, BerissoCiudad se acercó a las oficinas para dialogar sobre las políticas de género en la comuna.
Marina Peñalba, a cargo de la Dirección, explicó que “ante situaciones de emergencia los casos que llegan lo hacen de forma espontánea, por derivación y en su gran mayoría por oficio judicial, es decir a través de denuncias realizadas en los juzgados”.
“En Berisso más del 70 % de las denuncias generales son de violencia por razones de género. El porcentaje es muy alto”, acotó la funcionaria.
En relación a estos porcentajes, puso de relieve que “hay dos puntos primero que desde que se empezó a visibilizar que son las violencias, se empezó a denunciar, cosas que antes estaban naturalizadas. Y en épocas de crisis todo se recrudece, y también las violencias, no estamos en un contexto cultural o general en que esto se está terminando, sino lo contrario”
“Necesitamos abordar, visibilizar, pedir que se denuncie pero también tiene que haber un Estado que acompañe ese proceso”
En ese sentido las líneas de acción ante estas situaciones pueden derivar en el otorgamiento de botón antipánico, asistencia psicológica, grupos de ayuda mutua o taller de masculinidades para agresores.
En relación al contexto nacional, en el que ya no existe el Ministerio de la Mujer, Peñalba expresó que “el impacto del desfinanciamiento nacional se notó un montón, sobre todo en el Programa Acompañar, que era el único que otorgaba una asistencia económica para victimas de violencia de género”.
Este programa brindaba un salario mínimo durante seis meses, que era utilizado como asistencia económica para que las mujeres pudieran desvincularse de sus agresores, garantizando la autonomía económica.
“En el caso de la línea 144 en provincia sigue funcionando y el municipio pone todos los recursos a disposición para tratar de sostener todas las políticas que llevamos adelante”, culminó Peñalba.