Durante las madrugadas del viernes, sábado y lunes, la Escuela Primaria N°4 de Barrio Obrero volvió a ser víctima de hechos de inseguridad. Los delincuentes ingresaron al edificio rompiendo rejas y armarios, y se llevaron pertenencias del personal docente, como pavas eléctricas y materiales de trabajo.

“Tenemos todos los armarios destrozados”, contaron desde la institución, visiblemente preocupados por una situación que se repite. En uno de los ingresos, los delincuentes forzaron una reja para ingresar por el sector correspondiente a la secundaria, lo que dejó expuesta la falta de mantenimiento y control en el edificio.

A esta problemática se suma el malestar de la comunidad educativa por las obras inconclusas. Según explicaron, la escuela había reunido fondos para construir el paredón perimetral, con el compromiso de que el Consejo Escolar aportara la mano de obra. Sin embargo, aseguran que ahora “se generó un expediente nuevo”, lo que implicaría que los materiales comprados con el esfuerzo de la comunidad se vuelvan a cobrar a través de la provincia.

“La secundaria está toda abierta, y ahora además nos usan los materiales que compramos”, reclamaron.

En medio de esta situación, trascendió que la presidenta del Consejo le habría preguntado a la directora si existía algún conflicto con alguna familia, insinuando que los robos podrían estar vinculados a una interna. El comentario generó malestar entre docentes y familias, que remarcaron que en lo que va del mes la escuela sufrió seis ingresos delictivos, sin que se adoptaran medidas concretas de seguridad.

La comunidad educativa exige respuestas urgentes ante una doble problemática que no da tregua: la inseguridad constante y la falta de soluciones estructurales, que exponen a diario a estudiantes, docentes y auxiliares.