BERISSO, Mayo 16 (www.BerissoCiudad.com.ar) El
operador socioterapeuta Cristian
Guiraldo visitó la mesa de trabajo de BerissoCiudad
como todas las semanas para hablar sobre codependencia y co-adicción a las
drogas; pero antes contó cómo fue el comienzo de la nueva temporada de Tomar Conciencia en Radio B 96.1, los
viernes de 20 a 22.
“El viernes estábamos
nerviosos, a pesar de que ésta es la segunda temporada del programa, no es
fácil estar detrás de un micrófono. Pero muchos amigos pasaron por la radio a
brindarnos su apoyo, como Matías Slezack
y Javier Nazar. También tuvimos
muchos saludos a través de Internet”, comenzó relatando.
“Ese primer programa fue
para dar un pantallazo de lo que se va a escuchar cada semana. Pero mañana
arrancamos con toda la información. Vamos a estar hablando del ‘grupo de los
27’, artistas que han fallecido a esa edad por causa de consumo de drogas.
Empezaremos por la historia de Amy
Whinehouse, pero en la aproximas emisiones vamos a hablar de Kurt Cobain, Jimi Hendrix”, mencionó.
A eso sumó: “también
tendremos testimonios, todavía no definimos cual pero posiblemente sea el de Adrián Otero (el fallecido líder de
Memphis la Blusera) y su consumo de drogas a principios de su carrera. Después,
como siempre habrá un espacio de reflexión hacia el final del programa donde apuntamos
a generar conciencia”.
“La idea es transmitir
nuestros conocimientos de la manera más simple para que todos los oyentes
entiendan”, expresó y pasó a profundizar el tema preparado para su columna
sobre adicciones: co-dependencia y co-adicción.
“Esto viene de la mano del tratamiento que
hace el adicto y el que hace su familia para conocerlo y acompañarlo. En el
tratamiento se saca al adicto de la situación de culpable de los males de cada
casa, cuando se empieza a correr del centro de las críticas el resto de la
familia también tiene que hablar de sus problemas”, inició su explicación.
“Al no estar más el adicto
como centro de atención, la familia empieza a reconocer sus propios problemas.
La persona co-adicta (la que convive con el adicto) generalmente es la madre,
pero todo lo que refiere a los estados de ánimo a las cuestiones de vida de un
co-adicto se resumen a los estados de ánimo del adicto”, continuó Guiraldo.
Asimismo, recordó “que el 90
% de las causas que llevan a la persona al consumo empiezan en casa. Entonces si
el adicto está bien, el co-adicto también y si está mal, pasa lo mismo en el
familiar que lo acompaña”.
“El objeto de consumo del
adicto son las drogas, pero el objeto de consumo del co-adicto es el adicto. Entonces,
por ejemplo los padres comienzan a tolerar las actitudes de sus hijos”, indicó.
“Muchas veces el co-adicto, el
primero que pide ayuda, es quien ofrece resistencia al tratamiento, porque
tener un adicto en casa ayuda a no hablar de los propios problemas. Hemos
escuchado padres pidiendo que sus hijos vuelvan a sus casas, sanos o enfermos,
necesitando tenerlos cerca para evadir sus propios problemas”, señaló.
Luego remarcó que “el
adicto, por su parte tiene que hacer dos cosas: dejar de drogarse y cambiar; el
co-adicto también tiene que cambiar. Pero en muchos casos el familiar no cambia
y pide que el adicto vuelva”.
“Hay muchos casos positivos
en que la familia y el adicto cambian, y muchos otros en que los familiares
pasan a ser co-dependientes: la chusma del barrio. Cualquier problema los
atrapa y se la pasan contándole al adicto todo lo relacionado a drogas que ven
en el día a día”, expuso el columnista.
Y aclaró: “con esto, los
familiares siguen evitando hablar de sí mismos y comienzan a tirarse la pelota
entre ellos. Pueden ser familiares que no convivan con el adicto pero tengan un
vínculo estrecho”.
“La realidad es que la
familia no es contención para un adicto, es afecto, la contención de un adicto
es el grupo de operadores terapéuticos, sus pares dentro de la asociación. Con
el tiempo ésta persona irá formando su propio grupo de contención, a quien le
puede decir lo que siente y lo que piensa”, apuntó.
Finalmente, el operador
socioterapeuta, explicó: “que el adicto esté en tratamiento no quiere decir que
sus deseos de consumo no existan más, el tema es que lo hable y afronte sus
problemas. Pero si va a su casa y le cuenta a la madre que tiene ganas de
consumir, ésta se va a espantar y lo va a confrontar, hecho que hará escapar al
adicto. Ayudar a un afecto no es fácil”. (www.BerissoCiudad.com.ar)