Este miércoles a primera hora de la mañana, familiares y vecinos de los dueños del destrozado puesto de tortillas de Barrio Náutico, se concentraron en la esquina Montevideo y calle Carlos Gardel, para movilizarse hasta el Municipio local, con el objetivo de obtener una respuesta luego de haber perdido su fuente laboral.

En diálogo con BerissoCiudad, Ezequiel, hermano de uno de los damnificados, comentó que en la jornada del martes “derribaron un puesto de trabajo con el que se ayuda a varias familias”.

“Lo que se vivió fue muy triste, porque agredieron a nuestros seres queridos” y “si desde el Municipio no nos dan laburo no tenemos otra forma de generar ingresos”, añadió.

En este sentido, los allegados advirtieron que previamente tuvieron una reunión con el intendente pidiéndole un plazo para ahorrar y así disponer de un espacio que cuente con las características requeridas, “porque un gazebo sale 50 mil pesos y no tenemos la plata para comprarlo”.

Sin embargo, en dicho encuentro “nos dijo que su plan era mantener las plazas, algo que no es cierto porque hace años que se está en las mismas condiciones”.

“Con esto nos están cortando las manos, y la gente del Náutico nos apoyó porque conocen a los chicos y lo que se vendía era para los vecinos”, recalcaron.

El diálogo con el intendente

Tras dirigirse el Municipio local, los frentistas fueron recibidos en la puerta de la sede del Ejecutivo comunal por el propio intendente Fabián Cagliardi quien intentó mediar la situación, reconociendo que ya había discutido sobre esta modalidad.

Al respecto, el jefe comunal les reiteró que en su momento les advirtió sobre las condiciones en las que debía instalarse el puesto y que el que estaba no cumplía con las medidas.

Luego de un tire y afloje, Cagliardi anunció que les iba a dar un gazebo, para armarlo y desarmarlo diariamente y así dejar el espacio público liberado que se intenta llevar en esta gestión.

De esta manera, los vecinos lograron su cometido, y esperan que se cumpla la palabra del Gobierno local.