Maternal Colibrí

Una directora con el sueño de volver a estar en su jardín

Tuvieron que abandonar las instalaciones de 10 entre 163 y 164.
Tuvieron que abandonar las instalaciones de 10 entre 163 y 164.

Llegó la pandemia y con ella el retraso o caída de aquellos sueños que por años se mantuvieron latentes. La dedicación hacia los otros tomó un nuevo curso, y el aislamiento dejó muchos espacios vacíos y ausentes de toda circulación.

Como todo lugar autónomo, el Jardín Maternal “Colibrí” fue una de las victimas este contexto, y su cierre provocó la angustia de docentes y familiares que tuvieron que abandonar definitivamente las instalaciones de calle 10 entre 163 y 164.

Dicho jardín estaba en funcionamiento desde el año 2007, gracias al trabajo de cuatro docentes que asistían a los infantes desde los 45 días hasta los tres años, en el horario corrido de 7 a 18 horas.

Pero debido al surgimiento de la pandemia su dueña decidió cerrar la institución porque, salvo algunos padres que llegaron a abonar la cuota de abril, la mayoría se dieron de baja o directamente no pudieron pagar. Y al no contar con los ingresos mensuales que provenían directamente de las cuotas no se podía pagar el alquiler, los impuestos ni el sueldo de los docentes.

Al hablar sobre el motivo del cierre, Miriam, su directora expresó: “fue algo que me dolió muchísimo porque además de haber tenido muchos años de trayectoria la remé muchísimo para tener este espacio”.

“Me costó muchísimo cerrarlo; me dio mucha tristeza. Incluso los padres se quedaron helados con la decisión que tuve que tomar. Pero esto de la pandemia se va a extender más y no tengo ingresos para sostenerlo”, explicó angustiada.

Antes de entregar las llaves del lugar, y a pesar de toda la pérdida que esto le generó, Miriam donó sus muebles, juegos, colchonetas y otros elementos a Amigos de Corazón, “una institución a la que admiro y no dudé en ayudar, porque sé que le darán el valor que todo el esfuerzo anterior se merece”.

Más allá de las circunstancias, la directora dejó en claro que aún mantiene intacto el deseo de algún día poder reabrir un lugar con las mismas características, “porque mi sueño es volver a estar en mí jardincito”.

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