El día después

"Acá tenemos un montón de chicos que no van a volver a la escuela, quieren ayudar a sus mamás"

Incansable labor social en el barrio Nueva York.
Incansable labor social en el barrio Nueva York.

El trabajo en los barrios, la contención, la solidaridad y la respuesta inmediata para paliar las necesidades son denominadores comunes en distintos puntos de Berisso.

Lo que sucede en el barrio de la Nueva York es un ejemplo de esto. El día a día se hace “cada vez más difícil”, reconoció Santiago Rodríguez, uno de los motores de la tarea con y para el otro.

“Más que juguetes este año es amor y una caricia lo que brindamos a los chicos, que lo entienden”, indicó con una postura de entrega ante cada lucha.

“Estamos organizando algo para el Día del Niño en el marco de lo que se puede hacer. Tenemos listados de gente que viene a buscar la vianda y siempre vamos a tener algo para los chicos. Hasta en las guerras se puede regalar algo”, alentó el exedil.

Sin correrse del compromiso social que lo estructura, Rodríguez apuntó a prestar atención a lo vendrá luego de la pandemia.

“Estamos armando bis con cosas para los más chicos, estamos armando un local, organizando cursos. Esto va a ser difícil, que hacen los pibes los más chicos. Acá tenemos un montón de chicos no van a volver a la escuela, quieren ayudar a sus mamás. Va a ser complejo y hay que ir preparándose”, alertó el referente.

“Nos estamos preparando y estamos mirando para adelante. Es momento de mirar a los otros, de hablar con los chicos, entenderlos más. Tenemos muchos chicos que trabajan con nosotros desde que empezó esto y entienden lo que va a venir”, dijo “Beto”, con la autoridad que le da su labor social diaria -junto con un gran equipo de trabajo- en la contención y el trabajo inclusive de sostén en lo que hace al alimento mediante las ollas populares.

Rodríguez destacó también la presencia del Estado: “es mucha, el intendente una vez por semana pasa, otra gente también. De esta vamos a salir con trabajo, capacitación y demás”.

Asimismo, aprovechó la ocasión para subrayar que en el barrio se cumplen las medidas de higiene y cuidado: “es una normalidad que ya es una regla. Los pibes entienden y se cuidan. Aunque se entiende el cansancio de la gente también”.

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