Este lunes por la mañana, Marta, una vecina de nuestra ciudad, agradeció públicamente la devolución de la billetera de su hijo donde tenía toda su documentación. Un gesto digno de valorar en medio de tanta bajeza.

El hecho ocurrió el pasado viernes cuando Franco se dirigió al cajero a cobrar parte de la jubilación de su madre y posteriormente al lavadero de calle Génova y 155 donde, presume, se le cayó.

Al llegar a su vivienda se dio cuenta que no contaba con la misma y regresó a los lugares mencionados, pero la billetera ya no estaba. A partir de allí, tanto Franco como Marta hicieron publicaciones en sus redes y finalmente el domingo recibieron el llamado tan esperado.

Coordinando el encuentro, ambos recibieron en su domicilio a un hombre de unos cincuenta años que se acercó en bicicleta y se fue sin decir su nombre. “Lo quisimos compensar, pero se negó. Nos saludó amablemente y se despidió sin más”, comentó la mujer.

“Los 18 mil pesos que mi hijo me sacó del banco no estaban, pero sí todas sus tarjetas incluida la mía. Sin embargo, rescato la solidaridad de la gente que compartió la publicación que hizo a la rapidez, evitando el inicio de un proceso engorroso como lo es la renovación de los documentos”, cerró, agradecida.