Como fue de público conocimiento en las primeras semanas del desarrollo de la Fiesta del Inmigrante, en el interior de la carpa donde se encuentran los stands de comidas típicas un niño de tres años fue atacado por un perro ocasionándole una severa lesión que le costó una intervención quirúrgica.

El hecho causó polémica en la comunidad, ya que se trataba de un perro callejero que rondaba normalmente por la avenida Montevideo y 17, y varios vecinos declaraban que era manso mientras otros exigían responsabilidad al respecto.

Desde la ONG PRODEA en aquél momento advirtieron que hacía años que solicitaban a la entidad organizadora participar de la fiesta y colaborar en el control de los canes que circulaban, entendiendo que se trata de un tema de salud pública, y solicitando a los vecinos que no visiten las fiesta con sus mascotas.

Desde la Asociación de Entidades Extranjeras, luego del desafortunado episodio con el niño, de inmediato habilitaron a PRODEA para que permanezca durante la Fiesta y colabore en este sentido.

Este domingo sin embargo los reclamos volvieron al ruedo ya que durante el transcurso del desfile, fue impresionante la cantidad de perros que en grupo “acompañaban” a las distintas colectividades enredándose entre sí, como también ladrando en momentos más tensos.

La pasada de los caballos terminó por alterar a los canes, pero cabe aclarar que no ha pasado a mayores, ya que solo han sido parte del espectáculo.