Incertidumbre sobre el futuro cercano

Club Social: Abogados caros y políticos empresarios

Una historia que no acaba, políticos usurpadores, hermanos que no están en los listados oficiales de socios e impugnación a la intervención. Todo este cóctel explosivo en el Club Social de Berisso de calle Génova entre Montevideo y 165.

Las personas que regentean al Club Social rechazaron el proceso de intervención iniciado por la Dirección Provincial de Personas Jurídicas a través de la presentación realizada por un abogado platense. 

Según trascendió, los hermanos Achicho rechazaron la intervención del club que manejan desde hace años mediante un recurso presentado por el  abogado Juan Manuel Hitters, hijo del juez de la Suprema Corte de Justicia y considerado uno de los letrados más caros de la región.

Hasta ahora no trascendió el tenor de la documentación presentada, pero de acuerdo al requerimiento de Personas Jurídicas, al momento de iniciar el proceso de intervención, los hermanos Achicho deberían haber presentado un listado de miembros de comisión directiva y de socios en actividad.

La pregunta es, ¿quiénes serán esos socios? Desde el Municipio se ha dicho que de la última CD quedan solo tres personas vivas: José Pendón, Ángel Modolo y Marcelo Bassani.

El otro interrogante es quién paga los honorarios de un abogado tan costoso ¿Será el famoso empresario devenido a político Fabián Cagliardi? Un dirigente que quedó expuesto como usurpador en todos los medios de la región.

Personas Jurídicas decidió en diciembre la intervención a partir del pedido del intendente Jorge Nedela y las gestiones del titular de Legales del municipio berissense, Hugo Dagorret, con el argumento de que no existe comisión directiva en los últimos 15 años.

En su oportunidad, el asesor letrado mencionó que “esto pone fin a muchos años de irregularidades”. De todos modos, es toda una incógnita qué documentación se presentó para que lo que no existía, exista ahora.

Solo nos queda preguntarnos con qué plata se soluciona todo, o si realmente quienes deben controlar no se dejan doblar el brazo y resuelven esta situación irregular.

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