En 163 entre 12 y 13

Nuevo asalto en la cuadra de la violenta entradera a la casa de un jubilado

Foto: Gonzalo Calvelo.
Foto: Gonzalo Calvelo.

Fuente: El Día

Desde hace dos meses que la inseguridad viene golpeando fuerte en barrios de Berisso. Primero con robos y ataques ocurridos en junio en la zona céntrica. Y en las últimas semanas con ataques delictivos contra comercios y viviendas de otros sectores de esa ciudad.

Mientras perdura la conmoción en Berisso por la violenta entradedel jueves a Héctor Luján López Osornio (77), a quien le quebraron la naríz en su casa de 163 entre 12 y 13, ayer esa misma cuadra fue escenario de otro asalto a mano armada padecido por una chica de 27 años quien se aprestaba a salir en el auto y fue abordada por un motochorro.

Ambos episodios de inseguridad tienen un particular detalle en común: ocurrieron alrededor de las 9 de la mañana, prácticamente sin testigos a la vista.

“TUVE MIEDO DE QUE ME DISPARARA”

La nueva víctima de un asalto en esa cuadra es Juliana Pendenza (27), quien le contó a este diario sobre el enorme susto: “eran las nueve menos diez cuando salí de casa y abrí la reja para sacar el auto del garaje”.

Fue en esos instantes en que “vi a un muchacho en una moto que estaba en sentido de circulación en contramano y muy cerca de la casa de mis vecinos López Osornio, a los que asaltaron el jueves”.

La preocupación de la joven se encendió al notar que el desconocido arrancó enseguida. “Una vez que me subí al coche, hice marcha atrás como para irme y este flaco en moto volvió hacia donde estaba yo, dentro de mi vehículo”.

Sus peores sospechas no tardaron entonces en transformarse en la certeza de que iba a ser abordada con fines de robo.

Sobre la continuidad de la secuencia, informó que “una vez que dio la vuelta, se me apareció por la luneta de mi auto y me apuntó con un revólver. Me pidió que abra la puerta de mi lado”, detalló.

Juliana mencionó que, presa del pánico, inicialmente sólo atinó a gritar. Con la esperanza de que alguien la escuchara y que saliera en su ayuda para espantar al delincuente.

Pero esa situación no ocurrió y, por el contrario, escuchó en tono imperativo del asaltante la advertencia de que “no grites, dame el bolso entero”.

“Obviamente que se lo di y se fue. Todo este susto que sufrí habrá durado un minuto. Y la verdad es que tuve miedo de que me disparara. Estaba aterrorizada por esa posibilidad, pero por suerte no lo hizo”, expresó luego aliviada.

“CAMBIÉ LA CERRADURA DE CASA”

Al preguntársele sobre los que le sustrajo el ladrón, detalló que “el bolso con lo que llevaba adentro, una billetera con unos 300 pesos, toda la documentación, cosas de la Facultad de Humanidades (de la UNLP) y las llaves de mi casa”.

Por esto último, reveló, “tuve que llamar más tarde a un cerrajero para que cambie la cerradura de casa”.

Con todas las pertenencias de la damnificada, el delincuente -que según la joven aparentaba tener “no más de 30 años”, huyó en la moto a toda velocidad antes que llegara a la escena personal policial.

Enseguida Juliana acotó que “por suerte me salvé de que me robara también el celular, que me había quedado en un bolsillo”.

“NO FUE LA PRIMERA VEZ”

La angustiante situación de enfrentarse ante la amenazante presencia de delincuentes, no es lamentablemente nueva para Juliana.

En tal sentido, recordó que “hace dos años ingresaron a casa unos tipos a robar, armados con cuchillos, en momentos en que estaba toda mi familia”. Tanto esa vez, como ahora, los ladrones no fueron detenidos.

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