En diálogo con BerissoCiudad en Radio, el Gallego Ríos, encargado del complejo Costa Manzana se refirió a la actividad del lugar y la oferta para los jóvenes en el marco de la fiesta de fin de año.

“El 24 hubo una fiesta muy puntual, no abierta. El 31 como todos los años desde hace 17 años porque empezamos en el año 2000 a realizar esta fiesta y esperamos como siempre a toda la gente de la ciudad, el predio se está preparando para eso, se está trabajando muchísimo”, comenzó expresando Ríos.

Del mismo modo, destacó que “se está tratando de ofrecer una alternativa, una opción a la gente de la ciudad para que se diviertan en Berisso”.

Con respecto al vínculo con los vecinos y los planteos de los mismos por ruidos molestos, el encargado manifestó que “es un tema. Reconozco que un negocio de estas características cuando vos movés quinientas, mil y en este caso dos mil personas, esas personas van a generar una situación incómoda estés donde estés. Pero uno trabaja para mejorar y que esto afecte a la menor cantidad de vecinos posibles”.

“Con los vecinos tenemos una relación excelente porque para fin de año no van a trabajar menos de cien personas y si le preguntas a alquien que trabaja, te van a decir que excelente, a otros no les gusta que estacionen en su puerta o los caños de escape”, admitió el empresario.

De todas maneras, el ‘Gallego’ aseguró que “el comportamiento de la gente es algo que se nos ha ido de las manos, hay gente muy agresiva, los chicos poco tolerantes en algunas situaciones y el vecino también.  Por eso tenemos cada vez menos cosas y hay que cuidarlas porque lo peor es que no tengamos alternativa de salida”.

En alusión al arduo trabajo que realizan para lograr esta mega fiesta, el entrevistado afirmó que “trabajamos de manera profesional. Hace treinta años se abrió y lo manejé yo durante veintiséis años, ha tenido épocas mejores y peores como todo, pero gente de todas las épocas han ido a bailar ahí y desde hace dieciséis años que vienen”.

En cuanto a la cultura de los jóvenes, Ríos manifestó que ha cambiado teniendo en cuenta la era de la tecnología por lo que “no estamos acostumbrados a ver tanto jóvenes juntos, si ves gente junta pensás que van a cortar una calle. Antes los chicos estaban en la bajadita, en Asia bailaban mil personas, en Alcatraz 800, en el Social 500 y eso pasaba todas las noches de sábados y viernes, de a poco se fueron cerrando y la verdad es que tenemos a todos los jóvenes de Berisso bailando en La Plata o buscando donde ir y puso de moda el tema de las fiestas clandestinas o nómades para no ser controladas, en lugares que no reúnen las condiciones” de seguridad.

Sobre esta misma línea, opinó respecto a sucesos lamentables acontecidos en fiestas: “lamentablemente han cambiado las costumbres sociales, se torna difícil manejar una masa de gente, los chicos y la gente perdió el respeto. Nosotros antes con 10 personas manejábamos la seguridad de una fiesta de mil personas, hoy necesitamos 40 pero no porque e vayan a pelear sino porque no respetan una orden o quieren ir a un lugar donde no se puede”.

De la misma manera analizó los casos de muerte por consumo de drogas y la culpabilidad del empresario en el exceso de capacidad, la liberación para comercializar drogas, pero destacando que las personas son responsables del consumo teniendo en cuanta que los jóvenes consumen hasta tres sustancias diferentes.

“Desde el lado de las autoridades y de cómo se normaliza la noche creo que se hace todo detrás de un escritorio, sin ver la realidad porque la norma dice que tiene que haber una persona por metro cuadrado, adentro de un baile en un metro cuadrado metes cuatro. Si te manejaras con la ley que lo tiene que hacer el boliche termina vacío a los ojos de la gente”, detalló el entrevistado en cuanto a la percepción de los asistentes a boliches y subrayó que jamás las autoridades lo han citado en la Provincia para tratar el tema de la nocturnidad.

“Cuando se incendió (el boliche de Olivos) Kheybis en el año 93 se hizo una ordenanza para reglamentar la noche y decía que por cada cinco personas que entraban tenía que haber un baño, imagínate que ni en una casa hay un baño cada cinco. Esa ordenanza se firmó y salió, es porque lo hacen en el escritorio, no conocen la realidad. Después no prosperó pero se discutió durante tres sesiones por no consultar porque parece que el empresario que trabaja en la noche es mala palabra”, lanzó Ríos.

Por otro lado, hablando del vínculo con la comuna local el entrevistado dijo que el intendente Jorge “Nedela asumió en un momento en el que en la noche no había ni empresarios para que haga una reunión, el único era yo, un poquito Pío Baroja y el Salsódromo de la calle 122. No tuvimos reunión pero después cuando los empresarios preguntan cuánto hay que poner es porque hace 40años que tenemos democracia y los políticos te dicen cómo arreglamos. Ojo que no estoy culpando a nadie. Tuve la mejor de las charlas con la gente del municipio con este gobierno en cuanto a escucharme, pero en la práctica entre el temor o falta de herramientas para manejarse estamos peor que nunca. La buena voluntad, la predisposición no alcanzan”.

Por otro lado, respecto al control del ingreso de drogas en el lugar Ríos dijo que “es feo tener que hacer un cacheo, por ley y por lo que me hace responsable la ley de lo que todos tienen estando adentro me obliga a hacer un cacheo. Es feo un cacheo un 31 y tener que revisar las cartera de las damas, ahora si un tipo viene a la vereda con un arma no es problema de nadie, entró y es culpa mía; se drogaba en la vereda y no es problema de nadie pero entra y es problema mío, entonces te pone en posición de policía malo”.

Para concluir, hay que remarcar que se están armando distintas pistas con música de los 80, otra con música electrónica y la general para bailar toda la noche, apuntando a un público de 18 años en adelante. El valor de la entrada será de 200 pesos el vip y 150 general.