BERISSO, Septiembre 02.-(BerissoCiudad.com.ar) Ocurrió el jueves y recién este lunes los pequeños pudieron volver a las aulas. Los intrusos se colaron en el colegio de 80 y 128 después de romper una ventana. No sólo se llevaron elementos de electrónica, también arrasaron con la comida.
Otra escuela de la región debió suspender por varios días las clases debido a un robo, modalidad tan condenable como frecuente. Esta vez le tocó al jardín de infantes 906, de Berisso, que recién ayer pudo reabrir sus puertas, una vez que las autoridades acondicionaron el lugar y constataron que los disyuntores y la totalidad del sistema eléctrico estuviera en condiciones.
Aunque recién trascendió en las últimas horas, el hecho se descubrió en la mañana del último jueves, por lo que se supone que ocurrió durante la madrugada. Como todos los días, aquella mañana la portera llegó bien temprano. Enseguida advirtió que algo no estaba bien en la puerta del edificio ubicado en 80 y 128. “No estaba abierta, ni rota, pero estaba todo oscuro”, contó un allegado a la institución.
La auxiliar decidió que lo más seguro era aguardar la llegada de su compañero y, entonces sí, entraron, y confirmaron las sospechas. Lo primero que notaron era que no había luz. “Suponemos que cortaron los cables por si había alarmas”, argumentó la misma fuente, aunque la escuela no dispone de ese dispositivo de seguridad. Tras una breve recorrida, observaron que los intrusos se habían colado por la ventana de la cocina -que da al terreno lateral- después de romper un alambre y el vidrio.
Con la oscuridad y el tiempo a su favor, se alzaron con todo lo de valor que encontraron. Según consta en la denuncia, robaron un televisor color, la única computadora, un DVD, dos teléfonos y toda la comida destinada a la merienda de los 200 chicos que asisten diariamente a ese jardín.
Las autoridades se contactaron de inmediato con el 911 y se entrevistaron con el personal de la comisaría Cuarta de Berisso, en donde más tarde se radicó la denuncia.
Las clases se suspendieron hasta ayer, no tanto por los faltantes y los destrozos como por descartar cualquier riesgo con respecto al cableado eléctrico.
No es la primera vez que esta escuela sufre un robo, pero habían pasado cuatro años desde el último, según recordaron desde la institución, ubicada en el corazón de un barrio muy humilde, de calles de tierra y casitas bajas.
Resuelto el problema de la luz y con el vidrio colocado en la ventana, los 200 pibes volvieron ayer a las aulas, a los juegos y a la merienda, que no debería faltarles nunca.
El caso de Gambier
La semana pasada, la escuela especial 533, ubicada en 43, 139 y 140, acumuló dos robos en 48 horas, lo que dejó sin clases (y sin comida) a 70 chicos de entre 7 y 17 años, con retraso mental leve y moderado.
El primer robo ocurrió en la madrugada del domingo 23 de agosto y el otro, en la madrugada del lunes 24.
En los dos episodios se alzaron con distintos elementos, como un amplificador, una computadora, dos impresoresa, un televisor, un DVD, una videograbadora y hasta la guitarra del profesor de música. También causaron destrozos y dejaron en las autoridades de la escuela la terrible sensación de estar bajo un total desamparo. Las rejas las tuvo que cambiar el presidente de la cooperadora.(Fuente: Diario HOY)