Panorama local

El peronismo en nombre de la unidad, mojadas de oreja en la oposición y los barrios se siguen inundando

Postales de la semana.
Postales de la semana.

Pisando el final de octubre, con los anuncios presidenciales que apuntan a la flexibilidad paulatina a modo de concientización pero advirtiendo que todavía nada se superó, Berisso sigue latiendo al compás de la pandemia. Sin embargo, van ocurriendo cosas en todos los planos de la cotidianeidad.

El alimento de cada día no dejó de ser una preocupación y más aún en aquellos lugares e instituciones que le ponen el pecho a la adversidad.

En medio también están los trabajadores y el diálogo por la recomposición salarial en los municipales, fue eje.

La política es transversal, aunque no sé quiera hablar de política, aunque durante los últimos tiempos haya sido más bien política de escritorio... 

La oposición no se queda atrás, entre la plancha y el quiebre, surfean la desorientación.

También forman parte del día a día (aunque sean los fenómenos climáticos los que pongan sobre la mesa la problemática que viven) los barrios como Villa Argüello o el pasillo de la Nueva York.

No nos olvidemos que se viene la Fiesta del Provinciano, pero llegaron primero los tironeos en la organización.

En la meseta, pero llorando pérdidas

El coronavirus en la Argentina no cesó, habiendo llegado inclusive la semana pasada a los máximos picos con más de 18 mil contagios diarios. Berisso por momentos nos ilusiona con bajos índices, pero luego nos topamos con cifras alarmantes.

Más allá de los guiños del Estado para la flexibilización de ciertas actividades-como bares o actividades físicas al aire libre-, es de imperiosa necesidad seguir profundizando los cuidados.

Este fin de semana la ciudad entera, el Hospital Larraín y la comunidad sanitaria lloraron la muerte de una joven enfermera, Patricia Pintos, quien dejó la vida defendiendo la nuestra contra el coronavirus.

Seamos más responsables que nunca.

El alimento es urgencia, desde hace meses...

La demanda de alimento en la ciudad no merma y hay señales de mayor necesidad. El cobro del IFE, fue amortiguando un poco la demanda en la comuna; de todos modos, el Estado debe responder.

En los módulos de mercadería correspondientes al SAE sigue habiendo carencias, sigue siendo motivo de reclamo la falta de elementos como el azúcar. Desde este medio lo dijimos y se seguirá repitiendo mientras los vecinos así nos lo marquen y aunque los nutricionistas de Provincia dispongan esa composición de bolsón: ¡no alcanza!

Todo es insuficiente cuando la necesidad es tan grande.

Los comedores son termómetro de eso y en muchos casos, vecinos reportan qué hay faltante.

“Los comedores están parados por falta de cosas o por contagios”, manifiestan cómo reflejo del día a día en pleno escenario de necesidad.

Desde Desarrollo Social se muestran - obvia manera sólo a través de las redes- trabajando, pero para las consultas de los medios, únicamente hay silencio.

Te escucho, pero hago lo que quiero

El Ejecutivo encabezado por el intendente Fabián Cagliardi enfrentó reuniones con los gremios que representan a los trabajadores municipales en el marco de la recomposición salarial.

Un 13.9 por ciento era lo que postulaba el Sindicato, con incorporación al básico pensando en los jubilados. El Ejecutivo anunció la dificultad de cumplir con la solicitud y  simplemente liquidó sueldos con la propuesta propia. Baldazo de agua fría para la estructura sindical en medio de un ¿diálogo? Fin.

La recomposición es de 5615 pesos en dos tramos, 3615 y 2 mil pesos. Nada impacta en el básico y hay disconformidad por parte de la máxima representación gremial en los municipales.

Aparentemente diciembre se palpita como un mes álgido, ya que el gremio solicitó al Ejecutivo reabrir la discusión.

Política de escritorio

Gestiones, cuestiones administrativas, burocracia del Estado, son los conceptos que poco importan a los vecinos pero que impactan en su realidad.

Es que sumado a la lentitud histórica de los trámites públicos la pandemia vino a derribar toda esperanza o expectativa.

El 2020 fue un año en donde solo se pudo ver -salvó las conclusiones de obra en algunos baches y ese 10 por ciento que faltaba en el ProCreAr- política de escritorio.

Visitas a la comuna local de funcionarios nacionales y provinciales por doquier, anuncios en el Puerto; pero poco de hacer.

De todos modos, el Frente de Todos y más a nivel local se consolida (dice) bajo el criterio de unidad. Eso es lo que postulan los actores que lo componen. El peronismo en Berisso dice entender que no hay otro camino, desde Ramón Garaza hasta el mismo Cagliardi lo sostuvieron, inclusive, con fotos de por medio.

La diversidad en la unidad también se reconoce y bajo este mismo criterio por ejemplo el dirigente Juan Mincarelli reconoció que no abandonó “su sueño” de “alguna vez ser intendente”. 

La oposición entre la nada y las mojadas de oreja

La UCR local está pausada. Armó alboroto interno en el incipiente proceso electoral interno que no llegó a ser.

Pujas entre la fracción de los Nedela y la de los Mendez, quedaron en eso. Hoy viven un silencio de misa. Nada más por estos lados.

Por su parte el PRO atraviesa lo que parece ser un marcado quiebre.

Por un lado, con el regreso de la era Jurásica se vieron fotos de los máximos referentes del PRO Local en reuniones con sectores que parecen haber salido de la tumba, y en realidad son ni fu ni fa.

Mientras tanto, la edil que ama a Mauricio Macri pero acuerda -según dicen en los pasillos de 6 y 166- con Cagliardi, se reúne con Julio Garro en el nombre del PRO. Una mojada de oreja para Beto Amiel y Manuel Simonetti. La incoherencia “não tem fim”.

Se acabó la paciencia

Villa Argüello inundado tras el último temporral pidió a gritos que haya una solución. Ni la otra ni esta gestión dieron una respuesta a históricas problemáticas.

Este barrio es uno de los tantos que tienen complicaciones estructurales y seguro no haya soluciones de un día para el otro. Pero los frentistas mientras necesitan ser escuchados.

Pero también hay un compromiso con la Nueva York y el pasillo de la calle 2.

Todos saben cómo viven los vecinos, pero llegó el momento de la acción. Hay un compromiso del Estado comunal de pujar en Provincia por la obra que se necesita para que alrededor de 200 personas dejen de vivir inundados de materia fecal.

Hoy manda un gobierno peronista y porque “mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar” quizás esos tiempos burocráticos sean más cortos.

En vísperas de la fiesta se armó lío para evitar lío

Los provincianos año tras año encienden la mecha. La fiesta es de los momentos más esperados y los conflictos internos de todos modos no dejan de surgir.

Este año la presidencia resignada de Maximiliano Barragán impulsó la firma de un acta acuerdo para -básicamente- no pelear.

Dicen trabajar conjuntamente con el Consejo de los Provincianos sin cabeza y de forma horizontal.

Metieron la mugre bajo la alfombra y cuando la fiesta pase, explota la bomba ¡Si no explota antes!

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