BERISSO, Mayo 01 (www.BerissoCiudad.com.ar) El pediatra Abel Sosa compartió la mesa de trabajo de BerissoCiudad en Radio, junto con la directora del área de Salud municipal Graciela Matkovic, para hablar, en el marco del Día Mundial Sin Tabaco, sobre las infecciones respiratorias agudas.
Sosa comenzó explicando que dichas infecciones “son la afectación de la vía aérea. Nosotros tenemos en el aparato respiratorio al pulmón como órgano principal y la vía aérea que es la que permite desde la fosa nasal que el aire entre y salga del pulmón, hecho que permite la introducción del oxígeno para vivir”.
Y continuó: “los cuadros respiratorios agudos más comunes, a los que nosotros nos vamos a referir en éste espacio tienen que ver con la vía respiratoria. Hay una patología casi específica, muy particular de ese sector que está producida en la mayoría de los casos por virus, en particular por virus comunes, los que denominamos como rinovirus”.
“Estos son los que producen principalmente resfríos y catarros que pueden o no estar acompañados por un cuadro febril. Sumamos a éstos un cuadro muy peligroso para los más chicos, la bronquiolitis. La característica epidemiológica es que aumenta la incidencia de ésta enfermedad en la época de frío porque disminuyen las defensas en general de la vía respiratoria dejando que los virus se acomoden mejor”, indicó.
“Desde el punto de vista del compromiso respiratorio del bebé, hay tres o cuatro signos de alarma que se deben tener en cuenta. El primero es la forma de respirar del niño, cuando los niños están afectados tienen un esfuerzo respiratorio”, mencionó.
Y reveló que “el virus entra a la vía aérea y genera una inflamación que la tapa y produce mucho moco, lo que obstruye la vía, generando un mayor esfuerzo en el respirar del bebé que se nota cuando hunde las costillitas, la panza, o la cabecita para respirar”.
“A eso le sumamos que el bebé no duerma bien de noche, que esté pálido, porque esa palidez indica que el oxígeno no le está llegando bien”, confirmó el pediatra.
Por su parte, la doctora Matkovic agregó otro síntoma: “puede ser que el bebé no se alimente bien porque tiene que optar por respirar o comer y también aparece la tos seca”.
Entonces, Sosa repasó que “lo primero que aparece es la dificultad para respirar, que no siempre es notada a simple vista. A partir de ahí pueden aparecer los demás signos. Y la tos aparece en las primeras instancias de la enfermedad catarral pero no nos indica gravedad de la enfermedad”.
“La tos le permite al bebé liberarse de ese moco que tiene en la vía aérea. Que haya mucha o poca tos no nos significa que el bebé esté más o menos comprometido, lo que sí nos permite evaluar eso son los otros signos”, señaló.
A continuación, se le preguntó al médico cómo debe manejarse la calefacción en los hogares y cuánto se debe abrigar a los niños, a lo que respondió: “para el adulto la temperatura en los hogares es de 20°, pero para el bebé la temperatura adecuada debe ser de 24°, no más de eso, para que haya bienestar”.
“No hay que sobreabrigar a los bebés, porque esto puede generar dos cosas, una es la elevación de su temperatura corporal que puede generar mayor pérdida de agua, transpiran más. El consejo habitual es que el adulto observe cómo está vestido dentro de la casa y de acuerdo a eso, agregarle al bebé una prenda más”, recomendó.
Luego, el entrevistado se concentró en la prevención de los cuadros respiratorios: “en zonas de alta humedad como la nuestra sumada al invierno, los virus viajan a través de la humedad, a través de las gotitas de agua que están en suspensión, que van y vienen por todos lados y pueden generar esa facilidad de contagio de la enfermedad”.
“Pero el vehículo real de los virus y bacterias es el ser humano. Por eso hay que evitar el contacto con las personas que tienen tos, o padecen de un cuadro respiratorio, porque elimina permanentemente virus al medioambiente”, comentó.
Además, aclaró que “estos virus, aunque no son graves, tienen una contagiosidad altísima, cuando un miembro del hogar está enfermo, la posibilidad de contagio de los demás es de aproximadamente el 80 por ciento”.
“Otra de las cosas que se debe evitar es estar en lugares cerrados en donde hay muchas personas y obviamente evitar el contacto con el frío. A eso le podemos agregar el tema del tabaquismo; ver a una persona fumando cerca del niño es como ver al diablo”, añadió.
Cuando los conductores del programa remarcaron la importancia de la vacunación en los niños, Matkovic precisó que “además es importante que quienes conviven con esos niños también estén vacunados”.
Asimismo encomendó que “el momento de la lactancia no debe ser suspendido durante un cuadro respiratorio. La mamá en pocas horas produce anticuerpos que puede transmitirle al hijo a través de la leche. Por eso decimos que la lactancia materna es una vacuna dinámica”.
“Desde el año pasado estamos proponiendo que los adultos se vacunen con la Triple Bacteriana Acelular porque también hay otra bacteria de la cual hablamos poco pero tiene la misma repercusión y tiene que ver con la tos convulsa. En los últimos años se vio un crecimiento importante en la misma”, expuso.
A ello sumó que “otra cosa fundamental es el lavado de las manos, vehículo de los virus, que es la medida más económica para prevenir las enfermedades”.
Retomando el tema del tabaquismo, Abel Sosa comentó que “uno no termina de asombrarse porque en cualquier aspecto de la medicina pediátrica que uno aborda está afectado por el tabaquismo. Por ejemplo estoy leyendo un libro de psiquiatría infantil y en los casos de intento de suicidio o suicidios consumados hay como antecedente el tabaquismo en la madre”.
“Por lo tanto, en el tema de hoy sobre trastornos respiratorios, nunca es poco subrayar lo dañoso que es el tabaco en cualquier ámbito y la falacia de los padres o demás familiares que se disculpan diciendo que fuman afuera y después entran al hogar. Pero la exhalación del aire contaminado con las mil drogas que tiene un cigarrillo daña sin lugar a dudas la salud del bebé”, aseguró.
“Y en el otro rincón del ring podemos poner a la lactancia materna. No es suficiente la promoción que existe sobre ella, para prevenir indudablemente las enfermedades respiratorias. No es lo mismo un lactante alimentado al pecho que uno alimentado con fórmula artificial”, dijo y finalizó aseverando que “la respuesta a las infecciones en lo que hace a la frecuencia es absolutamente diferente, lo vemos día a día en el consultorio”. (www.BerissoCiudad.com.ar)