En diálogo con BerissoCiudad, el representante de “Mis vecinos del Barrio ProCreAr”, Miguel Castro, brindó detalles acerca de las complicaciones y cuestiones burocráticas que imposibilitaron la culminación de una obra, perjudicando a unas decenas de familias que se mantienen a la espera de tener su casa propia.

En este sentido, explicó que el barrio se encuentran en la modalidad lotes con servicios donde, en un principio, el requisito era que los Municipios brinden tierras; algo que no pasó, por lo cual los mismos vecinos tuvieron que salir a buscar sus propios terrenos.

Más tarde y al no contar con dinero para comprarlas, las familiares se organizaron nuevamente para solicitar la presencia del entonces director ejecutivo de la ANSeS, Diego Bossio, “quienes le prestaron plata al Municipio para que compre los lotes”.

Pero lo más importante de este plan inicial era la concreción de obras vinculadas a los servicios de agua y luz, “también parte del crédito que la gente debe devolver”.

El problema se debe a que en todo este tiempo quedó un diez por ciento de dicha obra sin culminar, “y haciendo memoria del crédito que nos tenían que dar, donde parte era para el lote y la otra para la vivienda, al día de hoy lo que se tenía previsto ha quedado caduco”.

Con respecto a las estrategias planteadas con la actual gestión, comentó que “antes de llegar al Gobierno nos dijeron que el ProCreAr era una prioridad para ellos pero nosotros, por el tiempo que tenemos, necesitamos hechos más que voluntad política”.

“Y en los últimos días se pusieron en contacto con la empresa que realizará las obras, pero por ahora seguimos a la espera”, mencionó, recalcando que “es una pena que este barrio no se concrete porque esto aporta a un crecimiento ordenado de la ciudad, ya que cuenta con una zonificación con gente que pagaría sus servicios y, a su vez, aportaría a las arcas del Municipio”.

A su vez, consideró que ayudaría a solucionar algunas de las problemáticas vigentes como lo es el agua en el Barrio Santa Teresita ya que, “para construir se necesita que este servicio funcione como corresponde”.

Por otro lado, y ante la posibilidad de la toma de terrenos, Miguel dijo que periódicamente se visita el predio que “lamentablemente está en un estado deplorable porque entran animales, hay roturas en la infraestructura de bombeo, faltantes de alambrado, de caños. Pero más allá de eso, el tema de la toma fue algo que le planteamos a las autoridades locales, porque también son cosas que ya fueron pagadas y ahora el Municipio va a tener que reponer desde sus arcas”.

En relación al Banco Hipotecario, anunció que en el día de la fecha les confirmaron que no no tenían que reinscribir en el plan nuevo; “y eso es un alivio porque no íbamos a tolerar ser sorteados, más que nada por todos los años que estuvimos esperando”.

En esta instancia de espera, “la mayoría de las personas alquila o vive con familiares directos, algo que se hace cada vez más difícil porque vemos que tiramos la plata. Además, está pandemia nos afectó muchísimo y hubo vecinos que tuvieron que cerrar sus negocios y abandonar el crédito porque no saben si van a poder pagarlo”.

¿Que estaría faltando para el inicio de su anhelado proyecto? El diez por ciento de la obra que comprende la conexión al caño maestro de cloacas que pasa por la calle 66 y la instalación de los tableros en la estación de bombeo. “Es decir nos falta que la empresa comience y así iniciar con el deseo de tener nuestra casa propia”, remató el entrevistado.