El clima de tensión dentro del Astillero Río Santiago no afloja, ya que, en los últimos días, los trabajadores de distintos sectores denunciaron “acomodo” dentro del secretariado gremial y reclamaron que las decisiones se tomen en una asamblea general, luego de que se confirmara que miembros del secretariado recibieron la categoría 16, una de las más altas dentro de la planta.

El conflicto, que viene desarrollándose desde la semana pasada, tiene sus raíces en reclamos concretos: los operarios vienen realizando asambleas por turno y por sector ante demoras en recategorizaciones, discrecionalidad a la hora de otorgar niveles superiores sin respetar antigüedad ni criterios acordados, y maniobras que los trabajadores definen como “favoritismo dentro de la conducción gremial”.

En el marco de este contexto, el secretariado al mando de Francisco ‘Pancho’ Banegas había optado por convocar asambleas por sector, planteando que así podría calmarse el malestar general. Pero la estrategia no resultó: en el sector Amolado, los trabajadores “acorralaron” al secretariado al inscribirse masivamente para intervenir, y exigieron que se convoque una asamblea general.

Durante el enfrentamiento, se escucharon consignas tales como: “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode” y “Que se vayan todos que no quede ni uno solo”.

Además, los responsables gremiales fueron increpados en la puerta del recinto. Los trabajadores denuncian que el secretariado evitó deliberadamente la asamblea general con el fin de diluir la presión, lo que para ellos representa una actitud cómplice con la falta de transparencia.

Según los trabajadores, “si tocan a uno, tocan a todos”: además de los reclamos de antigüedad y paritaria, pusieron en cuestión la distribución de categorías para dirigentes gremiales, así como la falta de ingreso de hijos de trabajadores conforme al listado que había quedado pendiente. Berisso Ciudad

Lo que piden:

-Convocar de inmediato una asamblea general de todos los sectores, turnos y turnos nocturnos.

-Que las recategorizaciones y otorgamientos de niveles superiores respeten la antigüedad y los criterios acordados.

-Transparencia en la comisión administrativa gremial y rendición de cuentas por parte del secretariado.

-Que la discusión salarial (paritarias) se reabra y se discuta en asamblea general de sector + cuerpo de delegados + asamblea general.

En suma, Astillero vive un momento de presión creciente por los reclamos salariales, la demora en recategorizaciones, y la pérdida de confianza en la conducción gremial configuran un cóctel que amenaza con desbordar la lógica tradicional de negociación. Si el secretariado insiste en fragmentar la discusión por sectores, los trabajadores advierten que esto puede interpretarse como una maniobra para debilitar la voz colectiva.

Habrá que ver ahora si el secretariado accede a la convocatoria general o si el conflicto escala a medidas más drásticas.