Un vecino de Berisso relató un preocupante episodio ocurrido durante el fin de semana, en el marco de la Fiesta Provincial del Inmigrante, donde aseguró haber sido víctima de daños en su vehículo luego de negarse a pagar una suma exigida por cuidacoches informales.
Según contó el hombre, estacionó su auto en una calle cercana al predio de la fiesta: “Dejé el auto cerca de la Fiesta del Inmigrante, me pidieron 50 mil pesos, solo les di 5 mil. Me subí al auto de noche, con la lluvia, y no vi nada. Ya no estaban los dos chicos que me pedían ese dinero”.
Horas después, al intentar usar su vehículo nuevamente, notó los daños: “Al otro día me desperté para ir a trabajar y el auto estaba todo rayado, el lateral y el capot. No quiero subir nada de mi auto, tengo miedo. Hoy en día el seguro no me cubre nada y me sale más de un millón de pesos arreglarlo”.
El vecino, que prefirió mantener el anonimato, pidió mayor presencia policial y controles municipales en la zona de la fiesta: “Esta gente no puede estar ahí, la verdad que la pasamos mal. Yo estacioné en la vereda pública, no quiero mostrar fotos por miedo”.
El reclamo se suma a otros testimonios de asistentes que han expresado su preocupación por la falta de control sobre los trapitos, especialmente durante los eventos masivos que se desarrollan en la ciuda