Informe de ‘Decir Basta’

Vivas: “Las mujeres que padecen violencia y se quedan en el silencio están condenando también a sus hijos”

Claudia Vivas, en diálogo con BerissoCiudad.
Claudia Vivas, en diálogo con BerissoCiudad.


BERISSO, Enero 14 (www.BerissoCiudad.com.ar) La referente de la ONG ‘Decir Basta’, Claudia Vivas, informó ante BerissoCiudad que las estadísticas del 2013 marcaron 240 víctimas de femicidio y notificó el estado de las tres mujeres berissenses que en los últimos días sufrieron agresiones.

La especialista además mencionó que los organismos para consultas o denuncias son Decir Basta ([email protected], Facebook: Decir Basta ONG, tel. 2214111889-solo mensajes de texto-), la Comisaría de la Mujer (Montevideo y 41 tel. 4621295) y la Mesa Distrital por Violencia (Montevideo y 2, 1° Piso, tel. 4617952).

“Nos concentramos básicamente en el rol del acompañante de la mujer en situación de violencia que incluye el asesoramiento jurídico y el tratamiento psicológico e instar para que todos los mecanismos de estado que tienen que ver con programas sociales y articulación de medidas se pongan en función de asistir a esa víctima”, comenzó explicando.

“Tenemos un equipo interdisciplinario especializado en violencia de género, el único de la ciudad, con el que hacemos capacitaciones a los sectores comunitarios, a los trabajadores de salud, educación y justicia sobre el rol”, continuó.

Luego, señaló que “dicho rol es complejo y necesita un cuerpo teórico para entender a la víctima, poder acompañarla, entender la violencia en su dimensión cultural y social, y de esa forma no fracasar como pasa en la mayoría de los acompañamientos cuando no hay capacitación”.

Sobre las diferentes áreas que trabajan la temática, expuso que “en Berisso trabajamos dentro de la mesa local, junto con las chicas de la Comisaría de la Mujer, con la mesa distrital por violencia cuya coordinadora es Marcela Sánchez de Derechos Humanos, con la mesa local por los Derechos del Niño, con la inspección de psicología por parte de Educación y con Salud”.

Cuando se le preguntó cómo llegan los casos a la ONG, respondió que “por lo general hay dos tipos de consultas: de quienes padecen situaciones violentas o familiares de las víctimas y de quienes están en una ruta crítica”.

Y sumó: “esta ruta comienza cuando la mujer toma la decisión de contar su situación por fuera de su ámbito de amigos o familiares, tras ser agredida cuando termina en el hospital o cuando hay intensión o escándalo por parte del violento, que destruye cosas o intenta sacarle los hijos”.

También, sostuvo que “nosotros tratamos de delimitar nuestro rol y trabajar coordinadamente, que cada cual haga desde su área lo que corresponde. En eso somos pioneros porque elaboramos un protocolo que es aceptado por el conjunto que integra la mesa, es más fácil trabajar así”.

“Además, tratamos dentro de la mesa capacitar a los compañeros para que todos tengamos un marco teórico y un paradigma sobre la víctima y podamos conducirla sin revictimizarla. Jamás derivamos casos sin acompañar”, aseguró Vivas.

E indicó que “tratamos de no entrar en contradicciones, la víctima es un sujeto de derecho para nosotros, no un objeto al que le decimos qué hacer. No queremos caer en un modelo asistencialista, si no que tenemos en cuenta su proceso psicológico, tratamos de que esa mujer se empodere, busque vínculos en su comunidad y familia”.

“Estamos en un momento bisagra porque la mujer avanzó mucho pese a todas las trabas que le pone el sistema machista. Hay políticas de estado en Latinoamérica que conciben desde hace 10 años a la violencia hacia las mujeres como una violación a los derechos humanos”, destacó.

“Esto es fundamental, para que la mujer continúe con su lucha por la eliminación de la violencia tiene que haber factores externos, coyunturales, de políticas de estado, culturales, e internos en su psiquis que la hagan cuestionarse esa violencia, desnaturalizarla y enfrentarla”, reflexionó la entrevistada.

“A su vez tenemos un ‘techo de cristal’, la mujer puede cumplir un rol social, laboral, capacitarse pero tiene un ‘techo’ hasta el que pueden avanzar. La resistencia, las muertes, los femicidios son por esta razón”, agregó.

A continuación, reveló que “el femicidio, un concepto de Marcela Lagarde, socióloga especializada en género, comprende la dimensión cultural del problema”.

“Antes se decía que el violento era un enfermo o adicto, pero los que matan a las mujeres son seres que fueron educados en la cultura patriarcal que les asigna roles a ellos y las mujeres pero cuando estas cuestionan ese rol su respuesta cultural es matarlas”, manifestó.

Con respecto a los últimos casos de violencia de género en Berisso, Vivas comentó que “en la época de las fiestas siempre hay un pico de violencia física, las personas quieren tomar las decisiones que no tomaron en todo el año, hay mucho alcohol y drogas que son acelerantes, no causantes, ya que no todos los alcohólicos son violentos, ni todos los violentos son alcohólicos”.

“En Berisso hubo extrema violencia física, hubo un caso de una chica embarazada que perdió a su bebé, otro caso de una chica desfigurada por su pareja quine inclusive intentó ahogarla en una zanja, también hubo un caso de una mujer con un pulmón perforado por un miembro de su familia con una botella de vidrio”, relató.

“Sin embargo hay otras víctimas ‘invisibles’ que son los hijos, el bebé que no pudo nacer, la hija de la chica desfigurada que vio la escena y mientras su madre negaba ella contó que fue su padre quien la golpeó. Los hijos de la mujer a la que le perforaron el pulmón también fueron testigos de esa violencia”, añadió.

Y contó que “estos casos fueron denunciados en otras instancias pero la víctima siguió con el violento, no se pudo conducirlas a un tratamiento psicológico, quizás sus familiares no pudieron cumplir el rol de protectores. Se trata de un cúmulo de esfuerzos que cuando no se coordinan, fracasan. Por eso nuestra idea es abordar a la víctima y su entorno”.

“Nosotros estamos haciendo un seguimiento de estas tres víctimas que se encuentran bien, recuperándose y aun respetando la decisión de quien quiera volver con el violento les hemos propuesto tratamiento psicológico y lo han aceptado. Sabemos que están inmersas en un círculo que si no previenen, el violento les va a volver a pegar”, previno la titular de Decir Basta.

Por tanto, aclaró que “estamos trabajando con las unidades sanitarias que tienen cerca, con el CPA, al mesa distrital, tratando de asistirlas, no abandonarlas. La experiencia de sentirse acompañadas les sirve como curación, a pesar de que luego vuelvan con el violento y quizás la próxima vez avancen y lo excluyan del hogar”.

Asimismo, advirtió que “para el hombre no es fácil vivir como un violento, es algo duro, que se aprende y se debe desnaturalizar. Si hacemos un esfuerzo entre todos lograremos que la mujer salga de la violencia. Es fundamental la denuncia, a pesar de que se no se continúe con el proceso judicial”.

“Las mujeres que padecen violencia deben pensar que si no hacen nada y se quedan en el silencio están condenando también a sus hijos a una vida de violencia. Uno como adulto puede elegir, pero los nenes no, nosotros los condenamos con nuestras elecciones”, finalizó diciendo Claudia Vivas. (www.BerissoCiudad.com.ar)


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