A partir de este 12 de noviembre y hasta tanto el Ministerio de Salud no provea el recurso humano adecuado, el Hospital Horacio Cestino de Ensenada no contará con guardia pediátrica los días domingos. A esta preocupante situación se llegó por la falta de ingreso de nuevo personal capacitado, provocando un desmantelamiento de los planteles de Salud en gran parte de los nosocomios bonaerenses.

El ajuste de Cambiemos avanza y en muchos casos llega a situaciones límites. En los Hospitales públicos bonaerenses sobra el voluntarismo y el esfuerzo de sus profesionales, pero faltan insumos, aparatología, mantenimiento y personal. Trabajar haciendo malabares se convirtió en algo habitual, lo preocupante es que lo que está en juego es la salud de los pacientes, en este caso de los niños. 

Como sucedió la semana pasada en el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, la ausencia de pediatras en Guardia se replicó en el Cestino de Ensenada: la renuncia de profesionales que se cansaron de los magros sueldos, el atropello de los funcionarios y  la falta de insumos, sumado a los trabajadores despedidos y a aquellos médicos que se jubilaron, generó que los planteles de los hospitales queden muy diezmados.

En las últimas horas, llegó la información a la redacción de NOVA que la jefa de Pediatría del Cestino envió un comunicado al Director Ejecutivo y Asociados del nosocomio: Jorge Gutiérrez, Adolfo Pomini y Analía Carassale, para ponerlos al tanto de la situación: “Es para prevenir eventos adversos con antelación e informar a las áreas correspondientes: servicio de emergencia, clínica, ginecología, SAME local y por fax a central”, detalla el documento.

Un profesional de la salud que cumple funciones en el Hospital hace más de una década, en relación a las obras en el Cestino, explicó que solamente se le hizo un lavado de cara a la Guardia, pero los problemas estructurales empeoraron. Además de no tener la cantidad de pediatras necesarios para cubrir los turnos (hasta julio de este año era con dos médicos por turno), informaron que tampoco hay clínicos y anestesiólogos para operaciones programadas.

A pesar del ocultamiento de los grandes medios de comunicación, las secuelas del recorte han llegado a lugares tan sensibles como la salud de los más chicos. La semana pasada, pacientes y el propio personal sanitario denunciaron esta grave falencia en Melchor Romero: “Los enfermeros se están haciendo cargo de las urgencias pediátricas y de los recién nacidos los días martes, jueves, sábados y domingo, pero cuando los casos son de gravedad, es necesaria la presencia de un médico”, concluyó una madre.