Mientras
en pocos días se recordará el Día Internacional de Protección de los Humedales,
en Ensenada siguen aportando para su destrucción y realizando los esfuerzos
necesarios, mediante obras insustentables ambientalmente, para posicionarse a
la cabeza de la tabla de posiciones como una de las ciudades más comprometidas
en los cuidados del ambiente.
En
este sentido, las obras en el Arroyo Doña Flora siguen adelante, la pregunta es
si verdaderamente lo hacen pensando en los vecinos, o a los intereses que no
sólo abarca lo económico, este interrogante
surge ante la negativa de brindar información referida a la obra y cuáles
son los objetivos de la misma, teniendo en cuenta que desde el mes de abril del
2013 venimos solicitando como ONG, mediante un escrito presentado ante el
Municipio ensenadense, los estudios de Impacto Ambiental y Estudios Hidráulicos
pertinentes, y que hasta ahora no se han obtenido .
Cabe
mencionar y recordar que ya se produjo un hecho similar en el Arroyo La Fama,
que fue tapado a la altura de la calle San Martin en un tramo de
aproximadamente 200 metros (Plaza Almirante Brown) y se construyó una compuerta
a la altura de zona franca con una calle que une a ésta con el terraplén
costero y con la particularidad que achicaron con hormigón el cauce natural de
arroyo, por lo que se ha constituido en un embudo la parte inferior del arroyo.
A
ello hay que sumar que hace 3 años denunciábamos que el terraplén costero no
era para beneficiar a los vecinos de Cambaceres contra las sudestadas, ya que
la protección que poseen es el monte ribereño que están destruyendo desde el
Estado Municipal, y que ese terraplén obedecía a la construcción de un camino
para el ingreso y egreso de los camiones con contenedores a la zona franca.
Esta denuncia que realizamos se está concretando en cuento al objetivo del
terraplén.
Por
estos días, un grupo de vecinos de Cambaceres comenzaron a reunirse
y conformaron el grupo “Vecinos autoconvocados por el Doña Flora”
preocupados por la obra, ya que no sólo la misma constituye la construcción de
compuertas sino que por encima de ellas se construirá una calle, que según
autoridades dará fluidez al tránsito que se dirija hacia el club regatas por
calle San Martín.
El
argumento es poco consistente, como adelantamos anteriormente, si tenemos en cuenta que el terraplén costero
construido hace unos años para “defender de las inundaciones a parte de
Cambaceres” posee dimensiones de una calle y se extiende desde la calle Francisco
Cestino /Astillero Mome y culmina en Zona Franca, lo que llama la atención
estos detalles y también crea interrogantes, sumado que a 300 metros sobre
calle Bossinga se encuentra el puente de dimensiones importantes que cruza al
Arroyo a pocos metros de la entrada del Camino regatas.
El
proceso de construcción de las compuertas y la calle que cruzará el Arroyo Doña
Flora no es trasparente, de lo contrario hubiesen compartido, en caso de estar confeccionado,
el contenido de los estudios de impacto ambiental y Estudios hidráulicos, ya
que no están teniendo en cuenta que los canales y arroyos son parte de las
Áreas naturales protegidas de la ciudad, y también deben cumplir con la Ley
Provincial 11723 (Integral del Ambiente de la Provincia) y la ley Nacional de
Libre Acceso a la información ambiental , además de otras normas que no son
menores como el artículo 28 de nuestra Constitución.
No
se puede seguir realizando obras de estas características sin una planificación
seria urbano ambiental confeccionada por distintas áreas y disciplinas, no se
pueden seguir haciendo obras sin contemplar consecuencias negativas futuras y
sin trasparencia ocultando datos u objetivos.
Nuevo Ambiente