La situación en Acerías Berisso continúa siendo preocupante, en consecuencia, este miércoles, los trabajadores volvieron a encontrarse con las puertas de la planta cerradas, a pesar de que rige una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.

En diálogo con BerissoCiudad Radio, Carlos, delegado de los trabajadores, relató: “Ayer (martes) nos encontramos con las puertas cerradas, intervino el Ministerio de Trabajo con una conciliación obligatoria, no tuvimos ningún tipo de notificación. Tuvimos una citación y no se presentaron”.

El referente gremial cuestionó la postura de la empresa y la calificó como “desprolija”. Expuso que “de la empresa esto es desprolijo, es una lástima que en Acería Berisso pase esto. No se aclara la situación, estuvimos buscando soluciones, pero no se encuentra ninguna ayuda o predisposición del otro lado. Están encaprichados con echar a veinte personas”.

Sobre la situación laboral, agregó que “si queremos cobrar, tenemos que producir. Nos acusan de no querer trabajar, pero nuestro registro muestra que con la misma gente generamos el doble que cuando llegó esta gente”.

Carlos también explicó cómo se desarrollaron los últimos días de conflicto: “Nos presentamos, esperamos una hora, avisamos al Ministerio de Trabajo y nos retiramos. Nosotros diariamente seguimos yendo. Mañana (jueves) es la otra audiencia en el Ministerio del Trabajo, intuyo que se van a presentar”.

“Primero queremos cobrar, y luego nos sentaremos a dialogar para poder continuar. No queremos estar sin trabajo”, sentenció.

Por su parte, el cuerpo de delegados de la UOM emitió un comunicado en el que informaron que la empresa continúa sin acatar la conciliación obligatoria:

“En el día de hoy nos hicimos presentes en la empresa a retomar tareas y nuevamente nos encontramos con las puertas cerradas. De parte de la empresa no hemos recibido ningún tipo de comunicado. Seguiremos resistiendo con la fuerza de la unidad y la solidaridad de todos”, indicaron.

El conflicto en Acerías Berisso suma ya varios días de incertidumbre y mantiene en vilo a más de una veintena de familias que reclaman por la continuidad laboral y el cumplimiento de los acuerdos.