En un Maracaná colmado, Estudiantes de La Plata cayó 2-1 frente a Flamengo por la Copa Libertadores, en un partido donde el Pincha dejó sensaciones positivas gracias a un segundo tiempo de buen nivel, que lo tuvo como protagonista.

El arranque fue cuesta arriba, ya que, en apenas nueve minutos, los locales se pusieron 2-0 con tantos de Pedro y Varela, aprovechando desajustes defensivos y la intensidad inicial del conjunto brasileño. Ese comienzo parecía encaminar el partido hacia una goleada, pero la historia terminó siendo distinta.

Con el correr de los minutos, Estudiantes ajustó líneas y en la segunda parte mostró lo mejor de su repertorio. Con presión alta, control del mediocampo y sociedades ofensivas, el equipo de Eduardo Domínguez dominó a Flamengo, lo metió contra su arco y generó varias situaciones claras de gol.

El premio llegó en tiempo de descuento, cuando el local ya jugaba con un jugador menos, un centro forzado terminó en gol en contra de Pereira (90+1), que le dio justicia al marcador y reflejó lo que se vio en el campo. Un Pincha decidido, ambicioso y con carácter para plantarse en uno de los estadios más difíciles del continente.

Más allá del resultado, la imagen que dejó Estudiantes invita a la ilusión. El equipo demostró que puede competir de igual a igual contra gigantes sudamericanos y que su camino en la Copa sigue más que abierto.